La semana pasada leí un artículo en LinkedIn acerca de la necesidad urgente que empezaba a haber de perfiles de trabajo más generalistas y no tan especializados como los que se estaban buscando hasta el momento. Fíjate tú, después de tanto tiempo nos damos cuenta de que los pies no caminan si la cabeza no se lo dice y no les une al resto del cuerpo las piernas y es que la especialización es buena, claro que sí, nada mejor que un buen médico de digestivo cuando lo necesitas pero a veces necesitas al de medicina general…, por esto del conocimiento global.
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En los trabajos pasa lo mismo. Obviamente el personal especializado se necesita en muchas áreas pero en otras ¿por qué no un generalista?.
Decía el artículo y esta vez no guardé el enlace, mis disculpas, que las personas con un perfil más generalista tienen una visión más global de la empresa y que son capaces de actuar fácilmente de nexo entre unos departamentos y otros reduciendo muchas veces las luchas de poder que hay entre los mismos.
Yo he de decir que estoy de acuerdo. No me parece saludable presumir de perfiles cerrados en un mundo en el que alardeamos de globalidad y de la importancia que los idiomas ejercen en nuestro entorno, en un momento en el que se habla de la caída de las barreras tradicionales y de la necesidad de entender la multiculturalidad para conseguir el éxito, de viajar, de relacionarse, etc.
No son pocos los casos que conozco de profesionales frustrados y que se sienten en una caja porque no encuentran una empresa que les permita desarrollarse en toda su amplitud. Un perfil generalista, es verdad, se ha forjado a lo largo de los años, con el paso por diferentes departamentos, empresas y experiencias y para muchos reclutadores y empresas esto es difícil de manejar pues piensan que no colmarán sus expectativas y que serán empresa puente o porque no tienen claro cómo clasificarlos. Es mucho más sencillo un perfil de una persona con 10 años de experiencia siempre en el mismo tipo de trabajo que el de una persona que ha ido desarrollándose en el mismo entorno pero en diferentes áreas y que es capaz de llevar a cabo diversas tareas, que vale, con mis respetos, “lo mismo para un roto que para un descosido”.
Estos miedos son infundados. Las personas de carácter generalista, al igual que las más especializadas, lo que quieren es trabajar, crecer profesionalmente y ganar un sueldo que les permita ir a practicar barranquismo o comprar lápices de labios, persiguen lo mismo que los demás pero con otra aproximación. Eso no los hace ni conflictivos, como he oído alguna vez, ni poco fiables, ni inmanejables. Eso los hace versátiles, adaptativos, capaces de afrontar retos, les da movilidad dentro de la empresa y generalmente son personas a las que les gusta un trabajo cambiante dentro de la misma empresa, por lo que se aproximan a la resolución de problemas o desde un punto de vista estratégico, de una forma fresca y diferente.
Me puse muy contenta al leer dicho artículo, la verdad, igual que me pongo muy contenta cuando leo en algún diario de prestigio a algún hombre de pelo cano generalmente extranjero, decir que los trabajadores necesitan sentir que se les paga correctamente por el trabajo que hacen, no hablan de si es mucho o poco, hablan de que el acuerdo alcanzado entre empresa y trabajador se ha establecido en la base yo gano – tú ganas. Es posible que de verdad se esté fraguando un posible cambio en la cultura empresarial. Mientras este momento llega, esta pequeña bloguera seguirá escribiendo y seguirá criticando las prácticas abusivas y coercitivas que se apliquen e intentará seguir siendo un mini agente de cambio y compartiendo sus ideas, denostadas por muchos y criticadas por otros tantos, con aquellos que las quieran leer.
Buena semana a todos.
María A. Gil es Ingeniero Técnico Naval, ha ejercitado su carrera profesional, en diferentes empresas del sector naval, con diferentes posiciones, lo que le ha permitido, progresivamente, alcanzar una experiencia y conocimiento del entorno nada desdeñable. En los últimos 5 años, ha centrado sus pasos y los de su equipo, en el desarrollo del mercado marino en el Sur de África y Rusia, trabajando como BMQC Manager para el grupo Barloworld.
Ojalá lo que dices no quede en agua de borrajas, cosa muy habitual cuando se habla de «innovación» o de tendencias en el mundo de la empresa (se llenan la boca de estos «palabros» y luego… lo de siempre). Los perfiles generalistas dan miedo a la mayor parte de equipos de recursos humanos por la cantidad de prejuicios que hay hacia ellos, pero en el futuro, si quieren cubrir puestos, van a tener que aprender a «lidiar» con gente como nosotros, con mucha gente como nosotros, ya que tal y como está el mercado laboral, va a ser habitual que una persona haya desarrollado muchos puestos diferentes acordes o no a su formación. Será posiblemente el momento en que los técnicos de recursos humanos sean puestos en cuestión realmente, pues es relativamente fácil encajar un currículum con una oferta por lo que tiene, evaluar el candidato en función de «lo que se ve» objetivamente… pero analizar las capacidades potenciales de un candidato… eso ya requiere más esfuerzo y competencia como profesional de los recursos humanos. Veremos qué pasa, pero ojalá empiecen a derribarse prejuicios.