Está muy de moda últimamente colgar en LinkedIn carteles que hablan de los bajos salarios y se está empezando a debatir acerca del papel que juegan los reclutadores de las empresas, de cómo motivarles y de cómo podría ser posible incluirlos en el plan estratégico o que pusieran en funcionamiento un programa de gestión de talento…, que no talentos…, y eso incluye no solo a los directores de alto nivel, sino a todos los niveles, dado que la Gestión de Talento supone un desarrollo profesional en el que toda la empresa está involucrada.
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Estoy total y absolutamente de acuerdo en esta forma de gestionar al personal que trabaja en una compañía. También hay muchos carteles que dicen “Si pagas cacahuetes, obtienes monos”, “si te parece caro pagar a alguien que sabe, vas a ver lo caro que resulta lo que supone que se vaya o pagar a quien no sabe”…, de esto doy fe…, conozco alguna compañía a la que le está saliendo carísimo…, y así un largo etcétera.
En paralelo y esto lo podrá ver cualquiera que se asome a un portal de búsqueda de empleo tanto nacional como extranjero, los salarios han bajado considerablemente, pero no solo eso. Muchísimas empresas no gestionan sus procesos de contratación, sino que lo externalizan con consultoras especializadas que buscan no el profesional que más encaje, sino el más barato y que se aproxime más a lo que quieren, porque es como ellos ganan dinero. Ya no se suelen publicar los sueldos ni los beneficios sociales, sino que la gente se presenta por el tipo de trabajo, porque es lo que sabe hacer, y luego se le pregunta cuánto quiere ganar y se le tira si el “precio” no encaja sin contemplar ni siquiera el CV o lo que puede aportar al puesto. ¡Bienvenidos al Bershka laboral!
Doy fe de ello, pues lo he vivido de primera mano en varias ocasiones. Me gusta saber cómo funcionan las cosas y en paralelo a ultimar el proyecto que espero por fin se consolide antes del verano, miro las ofertas aquí y allá y me presento a la que me interesa. En una de ellas me respondieron a vuelta de correo que gracias, pero que mi cv había sido desechado. A vuelta de correo yo pregunté al reclutador que cómo era posible si me acababa de inscribir, él que amablemente y con flema inglesa me informó que el salario había sido el asunto. Yo le dije: muy bien, ¿cuál es el sueldo? negociemos. Ni respondió. Hoy me llamó la atención una oferta de una empresa que pedía un jefe de proyecto para enviarle a Malí, vuelta a su país de residencia cada 3 meses durante el primer año y luego cada mes y medio o cada dos. Preguntaban cuánto ganaba en su anterior empleo y lo mejor “por cuánto estaría dispuesto a trabajar y en qué tipo de beneficios estaba pensando”…
Hace años, en uno de mis cambios de compañía, el reclutador de turno me pasó una oferta como si fuese una persona sin experiencia y con estudios básicos, el resto me lo debía ganar con horas extras. A vuelta de correo yo le respondí: “entiendo que ha habido un error en esta oferta. Agradeceré su revisión contemplando mi experiencia y formación, previamente demostrada con su empresa. Espero sus noticias. Un saludo”. Me contrataron después de modificar la oferta.
Hoy he hecho algo parecido, me he presentado al proyecto de Malí siendo total y absolutamente consciente de varias cosas:
1.- El trabajo lo sé hacer, del tirón.
2.- No me van a llamar.
3.- No soy un mono, por lo que no como cacahuetes salvo en algunos bares, con mis amigos, acompañando una cerveza y en período de relax.
En la carta introductoria he escrito que no les decía mi sueldo anterior intencionadamente ni el sueldo por el que estaría dispuesto a trabajar porque estaba interesada en trabajar en una empresa que valorase mi experiencia y mis aptitudes de la misma manera que yo valoraba su proyecto, que entendía que no estaban buscando al más barato sino al más eficaz, por lo que les pedía que revisasen mi cv y me pasasen la oferta que ellos considerasen más oportuna basada en todo lo que yo les podía dar.
Lo gracioso del tema es que pedían una persona con unos altos valores éticos y con generosidad y disponibilidad. Soy una persona ética, me consta, y respetuosa con los que trabajan conmigo. Mi CV, como ya he comentado, empieza en mi nombre y mi nombre me lo da mi equipo. No consigo logros sola, igual que la mayoría. Muchas personas no se pueden permitir el lujo de hacer lo que yo he hecho hoy porque tienen una serie de responsabilidades que yo no tengo. Por eso, en nombre de ellos y en el mío propio hoy escribo esta entrada.
Hay mucha oferta laboral, la disponibilidad geográfica es enorme a diferencia de años anteriores y no solo para solteros, la gente se desplaza con sus familias. A mí me parece lógico, lo propio, es fantástico, consecuencia directa de las becas Erasmus, de la Globalización, las comunicaciones, etc. Si hablas idiomas lo normal es que salgas a practicarlos. Las personas estudian. Mucho. Y desde muy pronto. Yo lo veo en mis contactos de LinkedIn. “Batirse el cobre” es más difícil hoy que cuando mi padre emigró a América hace muchos, muchos años.
Las personas resilientes o adaptativas estamos dispuestas a hacer frente a todo eso: a competir, a aprender, a ser agentes de cambio, siempre lo digo, tú construyes tu entorno, a no dejarnos vencer, a ser positivos, a inventarnos nuestro trabajo y a generar dinero para las compañías en las que trabajamos… Es condición humana el querer mejorar, el querer prosperar, que tus hijos, a ser posible, tengan mejores cosas que las que tú has tenido, aunque el enfoque, en mi opinión, sea incorrecto, no es mejor poseer más, sino aprender a vivir y a respetar más. Pero no me puedes pedir, además, que lo haga casi gratis para que tu cuenta de resultados luzca mejor. No insultes mi inteligencia.
Cuando realizas políticas de contratación solo basadas en el más barato te encuentras que, en muchas ocasiones, no digo siempre, la persona contratada no dejará de mirar los portales de empleo y a la menor de cambio se marchará. Además generalmente el más barato es el menos formado para el puesto y como no sabe pues no sacará adelante su trabajo debidamente. Es probable que sea capaz, pero hay una cosa que se llama tiempo y es necesaria para que alguien adquiera los conocimientos necesarios para desempeñar un trabajo. Además como se siente mal pues no tendrá tanta intención en aprender y en dejarse el resuello cada día. La motivación tiene factores exógenos…, no nos olvidemos. En las pequeñas empresas esto se ve más que en las grandes en las que el que ha realizado el Flattering adecuado recibe la promoción mientras el que sabe se queda en la silla, hasta que se va claro y entonces nadie hace el trabajo o lo hace mal.
Hay una contradicción permanente entre lo que decimos porque es políticamente correcto, es decir, lo que se mueve en LinkedIn, y lo que hacemos. Para tener a la , como llama Sabina a su mujer, has de ser Sabina y eso cuesta mucho esfuerzo y mucho trabajo. En el caso de las empresas es lo mismo. Sabina vende su marca personal y le ha costado ser quien es y por eso tiene a la Bella Peruana. Las empresas tienen que empezar a entender que su marca cuesta y cuesta por el tipo de gente que se contrata. Hay empresas grandes de las que todo mi sector habla mal por cómo tratan a sus trabajadores no solo salarialmente, entre unos y otros nos las desaconsejamos, conozco gente muy válida que ni se presenta a sus ofertas y siguen buscando empleo.
Espero que tengáis la suerte de que vuestra vida no esté llena de contradicciones y de que trabajéis en una empresa en la que no se mire solo el dinero. Yo hoy se lo he dicho a una: no me interesas si solo miras eso. Pero sobre todo espero que si un día tenéis que cambiar o buscar empleo, haya cambiado la situación, que los carteles de LinkedIn empiecen a hacerse realidad y que si no cambia por lo menos podáis decir: no me interesas, no soy un mono…
Buena semana a todos.
María A. Gil es Ingeniero Técnico Naval, ha ejercitado su carrera profesional, en diferentes empresas del sector naval, con diferentes posiciones, lo que le ha permitido, progresivamente, alcanzar una experiencia y conocimiento del entorno nada desdeñable. En los últimos 5 años, ha centrado sus pasos y los de su equipo, en el desarrollo del mercado marino en el Sur de África y Rusia, trabajando como BMQC Manager para el grupo Barloworld.
Por desgracia estamos asistiendo a un cambio de paradigma en todos los ámbitos de la sociedad, en los que es la oferta la que prime por encima del talento. La política de precios bajos que nos ha traído el comercio de bazares y supermercados de marca blanca se está imponiendo también en el mercado laboral.
Buenas tardes Fran,
lo primero gracias por leer mi entrada y lo segundo me alegro mucho de que te haya gustado.
Me temo que sí. Hay mucha oferta y además toda muy dinámica, además debido a los años de «vacas flacas» que hemos pasado se ha establecido esta práctica. Pese a ello, no todos los reclutadores operan igual ni todas las empresas aplican las mismas políticas de contratación, pero como me decía un amigo un día que trabajaba en una empresa de energías renovables como director financiero: «yo no sabía que un Ingeniero Aeronáutico era tan baratito, después de lo que han tenido que currar para sacarse la carrera». De esto hace unos….10 u 11 años. La frase se me quedó grabada. De aquellas ya teníamos demasiada oferta en el mercado de ciertas profesiones y un mercado con poca capacidad de absorción, y ese fue el principio. Ahora tenemos un «excedente de producción» aún mayor y en todos los sectores, como los barriles de petróleo almacenados, los países tienen excedentes y hasta que no los consuman pues no comprarán más y entonces los precios no volverán a subir. Leí un artículo el otro día que decía que de cara a 2020 solo habría capacidad en el mercado laboral para el 50% de las personas que pretendían incorporarse a él y que el otro 50% tendría que inventarse su trabajo. ¿Habrá capacidad para absorber lo que nos quieran vender???? y ¿podremos comprarlo?….esa es la cuestión.
La Iniciativa, la creatividad y la innovación parecen ser la clave.
Que tengas una buena tarde y gracias nuevamente.
Un saludo,
María.
PD: no lava lo mismo Ariel que un marca blanca, te lo digo yo, que mi pareja practica eso que ahora se ha dado en llamar «runner» y tengo que poner a veces 2 lavadoras. Ya me pasé al Ariel, por lo menos para algunas coladas, al final, ahorro.
Muy acertado y bueno, recomendable reflexión. Gracias
Buenos días José Luis,
muchas gracias por tus amables palabras.
La verdad es que la situación de contratación de las empresas me resulta cuando menos inquietante y estoy viendo que no soy la única. solo espero desde esta plataforma poder contribuir en algo que haga un poquito mejor el entorno en el que nos movemos y en el que respiramos.
Que tengas un magnífico viernes y sábado y domingo y así sucesivamente.
Un saludo,
María
Excelente artículo María.
Ojalá que ocurra lo que expones. Me recuerda a una oferta que vi al poco de verme afectado por un ERE hace dos años, y que se me ha quedado grabada en la memoria.
El anuncio: Exportadora busca administrativo a media jornada 450 euros/mes.
Requisitos:
Licenciado ADE o Diplomatura en Empresariales.
Se valorará Máster en comercio internacional y experiencia en la negociación con grandes clientes.
Inglés bilingüe y Básico de Alemán.
Aún tengo curiosidad por saber si se presentó alguien, y en su caso cuánto duró en el puesto.
Buenas tardes Javier,
déjame que te agradezca en primer lugar el leer mi entrada y lo segundo tus positivos comentarios.
Lamentablemente estoy segura de que alguien con un nivel de desesperación alto se presentó y aceptó.
Hace quince días entré en infojobs, no lo visito mucho la verdad. Había un puesto: Jefe de ventas en Guinea Ecuatorial, 24.000€ año, dos billetes de avión al año y casa. 183 inscritos. Cerré infojobs y me fui con el perro. Yo sé lo que se pagaba hace dos años por este trabajo ahí.
Conozco una empresa que contrató al responsable de producción jactándose de lo bien que le había salido la jugada porque lo había conseguido súper barato. Los salarios empezaron a subir, no mucho pero algo, a la par que sus encargos de trabajo teniendo que contratar a un segundo de a bordo con menos experiencia que el primero. Le salió más caro que el anterior porque dio con uno que dijo: así no y consiguió que le pagasen más que al jefe de producción. El jefe de producción se enteró y se puso en huelga y se negó a trabajar hasta que no le mejorasen las condiciones. Eso o se iba. Ellos necesitaban a este hombre que había demostrado su valía. Tuvieron que ceder.
Donde hay vida dicen que hay esperanza….a veces vana y a veces ni siquiera nos gusta la vida que nos toca…..pero es lo que hay.
No siempre podemos elegir, si no consigo echar a andar mi proyecto a lo mejor me toca barrer o repartir pizza, lo haré, sin lugar a dudas, pero mientras prefiero renunciar a ciertas cosas y seguir contribuyendo a un mundo laboral, creo, un poco mejor, desde la ética y el respeto.
Hay una discusión que he mantenido en sucesivas ocasiones: hay quien piensa que como tú necesitas el trabajo tienes que tragar con lo que sea, porque eres tú el que está en desventaja. Yo mantengo la firme opinión de que un trabajo es un acuerdo mercantil y que es verdad que tú necesitas trabajar pero que no puedes olvidar que tú tienes algo que la empresa necesita para funcionar y ganar dinero. Esta perspectiva la mayor parte de nosotros la perdemos muchas veces, más cuanto más desesperado estás y no deberíamos. Nosotros necesitamos una empresa y la empresa nos necesita a nosotros. Los dos tenemos cosas que queremos, solo queda llegar a un acuerdo, pero no desde la posición dominante, sino desde el Win-Win. Sino es como el matón de barrio que consigue respeto por miedo y no por meritocracia…
Que tengas una buena tarde y gracias nuevamente.
un saludo,
María