Iniciar un proyecto siempre es difícil, iniciar un proyecto global puede serlo más, sobre todo si no se tiene en cuenta la situación del de la mesa o el país de al lado, en este caso, lo importante, una vez más, vuelve a ser comunicar bien lo que quieres hacerlo y ser fiel a tu palabra y el tiempo, di lo que quieres hacer antes de hacerlo… ¡vende tu proyecto!
© sepy – Fotolia.com
Repite conmigo: yo comunico, tú comunicas, él comunica y ellos comunican.
Algunas empresas comparten la información acerca del funcionamiento de la misma de forma continua, la forma o los canales son diferentes, conozco una empresa en la que los directores se reúnen en círculos con sus empleados y les cuentan los proyectos nuevos, las inversiones, las pérdidas y dónde han despedido a gente y dónde se está contratando y el ahorro conseguido con ello, en este ambiente distendido los empleados preguntan lo que quieren libremente, salario, horarios, inversiones en investigación…, en otras ocasiones, cuando hay mucha información que compartir se hace de forma un poco más formal…; pero lo importante es que el ambiente siga siendo distendido y sobre todo, sobre todo, la credibilidad del ponente y que esto se haga no solo cuando las cosas van mal.
Cuando llega el momento de implantar nuevos proyectos, si te mueves en este contexto, pues suele ser más fácil porque solo has de concentrarte en trabajar. En toda organización hay guerra de guerrillas y es que esto del poder y del ego nos acompaña desde el principio de los tiempos pero llegado el momento, usando también una comunicación franca y directa, se llega a un acuerdo con los díscolos que quieren mantener los reinos de taifas, en general suelen ser personas que tienen un discurso teñido de gris, que dice lo que se quiere oír y luego reman un poquillo, como de lado. No pasa nada, lo primero, respirar y sonreír, lo segundo, en esos casos, empezar una intervención haciéndote eco rotundo de sus palabras alabando lo que dicen y su criterio y utilizando su discurso para apoyarte en él y conseguir lo que quieres, pues puede ser una opción. No sé si lo habéis probado, a mi me suele funcionar.
La comunicación bien llevada es la diferencia entre conseguir que alguien se sienta invadido en sus competencias o que se sienta implicado en un proyecto y forme parte de él, pero la comunicación debe venir reforzada por hechos, por la coherencia entre lo que se dice y se hace, tal y como hemos dicho con anterioridad. Y sobre todo, no saltarte los pasos, si acuerdas no llamar a una persona hasta que haya tenido lugar una reunión, no la llamas por mucho que necesites avanzar en el proyecto, si dices que envías un informe hoy, lo envías aunque sea tarde. Sino no lo digas, ese tipo de detalles son los que poco a poco van creando tu diferencia frente a los demás y lo que al final genera un ambiente smooth en tus proyectos y que tus compañeros estén relajados a la hora de trabajar. Como somos humanos cometemos errores, pero no pasa nada, es natural y todo el mundo lo sabe, lo dices, te disculpas y sigues.
Independientemente, iniciar un proyecto además de requerir de un bote de aspirinas para los momentos duros, incluye la ilusión y la magia de tener delante de ti un enorme lienzo en blanco en el que dibujar, en el que poner con tus colegas las manitas pintadas de colores y ver qué va saliendo. Seguro que hay momentos en los que dices pero ¿por qué yo? Y es que el universo tiene un extraño sentido del humor, pero habrá otros momentos en los que serás tan feliz…, en el fondo a las personas nos gusta esto de los retos.
Y nada más por hoy, nada más que desearos una buena semana a todos llena de proyectos ilusionantes y que los comuniquéis adecuadamente
María A. Gil es Ingeniero Técnico Naval, ha ejercitado su carrera profesional en diferentes empresas del sector naval, con diferentes posiciones, lo que le ha permitido, progresivamente, alcanzar una experiencia y conocimiento 360, haciendo de ella un gerente de carácter generalista, trabaja en la actualidad para el Grupo ICL como Global Sourcing Manager.