El objetivo de un blog es comunicar algo. Dependiendo de qué queramos hacer llegar a nuestro público o por qué queramos que se nos conozca, deberemos hacer una selección entre diferentes tipos de contenido para nuestro blog.
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Así que, si quieres lanzarte a la maravillosa aventura de crear un blog, antes de crear contenido debes pararte a reflexionar qué objetivo quieres alcanzar con él:
Tabla de contenidos,
Objetivo personal
Si lo que queremos es promocionarnos a nosotros mismos, ya sea nuestro estilo de vida o bien la vida laboral, el contenido de nuestro blog debe ser una muestra de nosotros mismos y de nuestro trabajo. Por esto, deberemos tener especial cuidado también en el formato con el que presentemos nuestro contenido. Si quieres vender tu imagen o tu trabajo, tus contenidos deben ser reflejo de lo que quieras que les llegue a tu público, por lo que cuidar la forma, el diseño o las fotos será de gran importancia.
Un ejemplo de esto son las “It Girls” que gracias a cómo han cuidado el contenido de su blog, la fama de muchas de ellas ha traspasado los límites de internet. Una de las blogueras españolas más seguidas fuera de nuestras fronteras es Gala González, con un blog que renueva constantemente y que ofrece contenido diverso sobre el estilo de vida de la bloguera en el que hay, incluso, reportajes televisivos; eso sí, todo muy cuidado.
Objetivo empresarial
A pesar de lo que pensemos, el blog de una empresa no debe limitarse a hablar del producto o a promocionar lo que se quiere vender. El objetivo debe ser también comunicar aquellas cosas que pueden interesar o ser de utilidad a nuestros clientes. Uno de los sitios donde podemos ver este objetivo es el blog de la web Poker Stars. Además de hablar de competiciones de póker o noticias relacionadas con el juego, tiene secciones donde escriben diferentes jugadores contando sus experiencias, dando consejos o siendo los protagonistas de los artículos. Las secciones del blog están compuestas, en su mayor parte, por contenidos diversos alrededor del póker, dejando de lado la promoción de sus productos. Si quieres vender algo, piensa también en los contenidos que pueden interesar a los compradores de tu producto, porque de esa forma harás que sean fieles a lo que publicas y no paren de visitar tu blog.
Objetivo económico
Muchos han empezado a crear su propio blog por los ingresos que la publicidad en ellos genera. Para un objetivo económico, uno de los primeros pasos que hay que dar es investigar cuáles son los tipos de contenidos que se pagan mejor. Si rastreamos la web, comprobamos que los contenidos de humor se pagan menos que los contenidos de turismo o que los de economía se pagan más que los de tecnología. Por otro lado, los contenidos genéricos, aunque atraen más clics, se pagan menos al aceptar un tipo de publicidad poco específica. Un blog con contenido más concreto generará menos clics pero estarán mejor pagados.
Es importante saber que los contenidos bien posicionados y optimizados pueden generar pocos ingresos y quedarse solo en artículos muy populares pero poco rentables. La razón es porque se salen de la temática del blog aunque lo haya leído mucha gente. Si quieres que tu artículo se pague bien, tiene que ser concreto y específico sobre la temática de tu blog. Puedes comenzar buscando la publicidad mejor pagada haciendo una investigación directa en AdSense o Google Trends.
Objetivo comunicador
Se trata solo de hablar, de comunicar, de compartir una información que te apasiona sin mayor trascendencia. El blog es el medio donde opinar o compartir vivencias como único objetivo. Aquí lo importante es que cuides el qué y el cómo, de forma sencilla y al grano: cuánto mejor esté desarrollado tu contenido, más llegará a tu público y más seguidores tendrás. Hablar de lo que te apasiona hará que tu implicación sea mayor, que tus contenidos sean mejores y quizá, te conviertas en uno de esos afortunados que han terminado trabajando hablando de lo que les gusta. El blog yofuiaegb.com ahora es uno de los más seguidos, pero su intención cuando nació era, simplemente, recordar con nostalgia una época.