El email marketing es una pieza imprescindible de cualquier estrategia de maketing online. La no utilización del email de forma adecuada puede tener consecuencias legales y una caída de tu reputación ante tus clientes cuando descubren que eres un spammer.

Descubre si eres un spammer

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Necesitas el consentimiento de los que figuren en tu base de datos

Para poder realizar una campaña de email marketing es necesario poder disponer de una base de datos a la que poder enviar nuestros contenidos; pero ¡no vale cualquier base de datos! Es necesario que los que figuran en ella hayan dado previamente su consentimiento. La forma más sencilla de conseguir emails con el consentimiento de sus propietarios es a través de un formulario de suscripción en la página web o red social que se utilice para la captación.

El consentimiento no sólo te protege de denuncias sino que garantiza que los destinatarios de tus correos electrónicos tienen cierto interés en recibirlos.  Es mejor tener una base de datos reducida pero que convierta que una mayor pero cuyos componentes ignoren continuamente lo que envíes. En este último caso todas las acciones que realices te supondrán una gran pérdida de dinero, ya que no obtendrás ningún resultado.

¿Qué ocurre cuando te consideran spammer?

Hay muchas acciones que pueden hacer los receptores de un correo electrónico cuando te consideran un spammer, cuando éstas se produzcan de forma masiva tu reputación caerá en picado:

  1. Que muchos suscriptores se den de baja en tu newsletter. Si sólo fuera ésto no sería tan grave, a ti te interesa que tus correos lleguen solo a los que verdaderamente estén interesados en ellos.
  2. Que tus emails sean ignorados. Si envías un email a alguien esperas que lo abra, el que no haga nada con él te aleja de tus objetivos pero en principio no te perjudica de forma directa.
  3. Que tus correos sean marcados como spam por muchas personas. Si te ocurre ésto puedes tener problemas con tu proveedor de email que te cortará el servicio antes de que tu mala reputación le salpique.
  4. Que parte de los que reciban tus emails te pongan una denuncia ante la Agencia Española de Protección de Datos. En ese caso más te vale que tengas tus ficheros correctamente inscritos en AEPD y puedas demostrar el consentimiento de los que pertenezcan a tu lista de correo si no quieres pagar una gran multa.
  5. Que haya muchos hard bounces, es decir que estés realizando envíos a direcciones de correo electrónicos que ya no están funcionando. Suele suceder cuando se trabaja con bases de datos no actualizadas. En estos casos recibirás un aviso de tu proveedor de email o te cortará el servicio.
  6. Que en tengas en tus envíos muchas direcciones de email «trampa» (spamtraps). Son direcciones de correo que son colocados en ciertas páginas web con el objeto de identificar a las empresas que realizan spam.

El ser un spammer no te aporta ningún beneficio y te traerá consecuencias negativas: caída de reputación, denuncias y penalizaciones de tu proveedor de email. Tu dominio quedará marcado y tus envíos irán sistemáticamente a la bandeja de spam.

Es muy importante que te asegures haber recibido el consentimiento de cada uno de los emails que tienes en la base de datos y que cumplas las normas anti-spam.

Si tienes dudas con tu lista de correo crea una nueva. Envía un email a tus contactos sin utilizar a tu proveedor de email marketing invitándoles a que unan a la nueva lista. Ésta será más pequeña; pero cumplirá todos los requisitos para que tus campañas sean más efectivas sin poner en riesgo tu reputación ni tu dinero.

 

¿Eras un spammer? Me gustaría que nos contaras tu experiencia con el email marketing a través de los comentarios de este artículo.

 

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