El señor Manuel Carneiro Caneda, doctor en Ciencias Económicas y Empresariales, licenciado en Filosofía y máster en Dirección de Marketing y MBA por el Instituto de Empresa, además de tener una excelsa carrera profesional, está arropado por un número de títulos publicados entre los que se encuentra el que está entre mis manos en este momento y que ocupa parte de mi tiempo: De hormigas y personas. Mangement para la complejidad y el caos organizativo.

Cómo sobrevivir al caos organizativo y no morir en el intento

© KonstantinosKokkinis – Fotolia.com

En dicho libro de 200 hojas aproximadamente el profesor nos explica con riqueza de vocabulario y sin escatimar metáforas, los pasos necesarios para implantar diferentes Sistemas de Gestión dentro de una organización.

En las primeras páginas nos explica con detalle el funcionamiento y la evolución de las hormigas y los hormigueros y pone de manifiesto cómo el conocimiento que hemos ido desarrollando a lo largo de los años ha sido necesario para entender sistemas de funcionamiento complejos. Además diseña varios cuadros en los que compara organizaciones lineales y sus valores, con las no lineales.

Posteriormente y al igual que otras escuelas de negocios y escritores han hecho, nos sumerge en el mundo de Alicia en el País de las Maravillas para explicar la lógica que hay detrás de todo hecho ilógico y cómo estos están conectados en un punto y para reforzar su teoría nos habla y nos remite al bien estudiado Aristóteles y sus obras “Física” y “Metafísica”.

De esta forma y con pluma firme y nada vacilante llega hasta el tema objeto: la gestión y sus dificultades dentro de las organizaciones.

Implantar un Sistema de Gestión en cualquier empresa, es decir, en cualquier entorno complejo y caótico, requiere de unas normas, de asentar las bases y de ir construyendo sobre los cimientos firmes el nuevo subsistema o sistema propiamente dicho. Para hacernos entender mejor esta teoría compara a la organización con el famoso cubo de Rubik, sí, ese, el que no acabaste de resolver jamás o el que eras capaz de hacer con los ojos cerrados.

Utilizando como metáfora de referencia el cubo de Rubik, el profesor Carneiro nos explica los siguiente: ¿Cuál es el objeto de resolver el cubo?. Poner orden en el caos. Fácil, limpio, sencillo, hasta un niño podría haberlo dicho…, cinco palabras.

Al igual que el cubo, las organizaciones son Sistemas Complejos que han ido aumentando su complejidad a lo largo del tiempo, con un sinfín de relaciones, conexiones y componentes. El profesor pone de manifiesto la diferencia entre “complejidad” y “complejo” y destaca que a veces, debido a este número de agentes que intervienen en la organización, estas pueden pasar sin darse cuenta de un estado de complejidad a uno complejo. Es como los cambios físicos de los elementos: líquido, gaseoso… Para salir de este estado hay que tener reglas y aquí es donde él empieza a utilizar las de resolución del cubo aplicadas a la empresa.

Regla 0: elegir un color y mantener siempre la pieza central de ese color hacia abajo.

Regla 1: colocar las aristas inferiores de la cara elegida como color de referencia.

En las organizaciones entendidas estas como Sistemas Complejos, lo primero que hay que hacer es asentar las bases del conocimiento del sistema o de los sistemas de gestión que vayamos a implementar, no importa si es Gestión por competencias, Gestión del conocimiento, Cuadro de mando integral, incluso un pequeño equipo de trabajo que se va a encargar de un área específica, etc. Lo importante es que la unidad o departamento responsable de introducir el Subsistema dentro del Sistema Empresa lo conozca en profundidad para que luego todos lo entiendan.

¿Es el objeto de este conocimiento controlar todo?. No. Desde siempre el ser humano ha tenido bastante pánico a convivir con la Señorita Incertidumbre. En la antigüedad era más sencillo predecir el futuro, el número de factores que podía alterar el producto era mucho menor que ahora. Los hábitos de comportamiento sociales no eran ni parecidos, la cantidad de información disponible era una millonésima, lo que ha hecho empeorar la situación, en lugar de aliviarla. El caso es que siempre vamos a tener que vivir con un pequeño caos, lo que se llama entropía. Bonita palabra, no te quiero contar su concepto físico.

Después de las reglas 0 y 1 llegó la Regla 2 y esta nos dice dos cosas sencillas: has de explicar a la organización tu nuevo “subsistema” y has de buscar en el propio “subsistema” los elementos clave del mismo.

Durante mi vida profesional he visto en primera persona como esta falta de conocimiento de la organización de un nuevo método de gestión, de un departamento específico, de un nuevo proceso, tiraba por tierra proyectos buenos y novedosos porque no se “había vestido al santo” para la procesión. Los proyectos, tanto internos como externos, hay que venderlos y para eso hay que comunicarlos y comunicarlos bien.

De igual forma he visto como otros proyectos han salido delante de forma más que exitosa porque esta labor se había hecho adecuadamente.

Obviamente tu mejor aval para seguir avanzando es obtener unos buenos resultados a medida que vas implantando. Y estos has de comunicarlos también a la organización.

Creo que no somos conscientes de nuestro papel en las organizaciones, cómo lo que tú defines en Israel afecta al ingeniero que trabaja en Bogotá y lo necesario que es tener las bases asentadas. Si tenéis la suerte de trabajar en empresas en las que esto se hace así, enhorabuena. Si no es así y os preguntáis qué es eso de los que hablan los de la tercera, creo que deberían mejorar algunas cosas en vuestro entorno laboral.

Hoy no os voy a contar más reglas del cubo de Rubik, voy a ver si lo resuelvo, voy a recomendar para curiosetes la lectura de este ameno  libro, que no seáis antipáticos con el caos y la incertidumbre, pobretes, ellos hacen su trabajo y que asentéis bien las bases de lo que sea que estéis poniendo en marcha o tengáis ya entre manos. Recordad la fábula de Los Tres Cerditos.

 

Buena semana a todos.

 

María Gil CastañoMaría A. Gil es Ingeniero Técnico Naval, ha ejercitado su carrera profesional, en diferentes empresas del sector naval, con diferentes posiciones, lo que le ha permitido, progresivamente, alcanzar una experiencia y conocimiento del entorno nada desdeñable. En los últimos 5 años, ha centrado sus pasos y los de su equipo, en el desarrollo del mercado marino en el Sur de África y Rusia, trabajando como BMQC Manager para el grupo Barloworld.

 

 

Shares
Share This