Apoyándonos en una definición sencillita podemos decir que, una Organización es un conjunto de personas que coordinan su comportamiento para cumplir con unas metas comunes establecidas de antemano o para lanzar un producto. Hay una serie de reglas, comportamientos repetidos por parte de sus miembros, objetivos, líneas de actuación y fronteras claras.

Qué es una organización y qué no lo es

© Sergey Nivens – Fotolia.com

Las Organizaciones tienen cuatro elementos básicos: los participantes o miembros que las componen, la tecnología que utilizan, la “culturilla” propia de la misma o su propia estructura social, y las metas u objetivos que deben cumplir. Además, igual que todo lo que nos rodea, están inmersas en las condiciones medioambientales propias del entorno en el que operan.

Estos cuatro elementos generan tres sistemas organizacionales o “tipos de organización” propiamente dichas. Los sistemas racionales, los sistemas naturales y los sistemas abiertos. En los sistemas racionales decimos que mandan los números, los miembros que las componen están claramente orientados a la consecución de un objetivo, su estructura es formal y hacen gala de ello. Los sistemas naturales son aquellos que están orientados a perpetuar la organización antes que a perpetuar un objetivo, ¿por qué?, pues porque los miembros de la misma persiguen intereses muy diversos, que generalmente salen de un consenso alcanzado para resolver un conflicto. Por último tenemos los sistemas abiertos, que son aquellos formados por grupos interdependientes entre si en el flujo de funcionamiento general, pero que tienen funciones y misiones muy diferentes.

Podría extenderme mucho más en estas tres definiciones, el tema para mi es apasionante la verdad y da mucho de si, pero no me parece el objeto de esta entrada y por ende no lo voy a hacer.

¿Qué no es una organización? Pues evidentemente la familia, un grupo de amigos, asociaciones profesionales, colegios de profesionales, etc.

Observando a mi alrededor tanto estamentos públicos como privados, me he dado cuenta de que últimamente proliferan, por lo menos en mi entorno, más organizaciones de tipo natural que racional y abierto. Lo que me llama la atención es que aunque lo que se procura es la perpetuación de la organización por el bien del trabajador y las familias que viven de ese trabajo y se mencionan las ventas, los objetivos, etc, las decisiones que se toman están más orientadas a perpetuar el cargo y las prebendas que otorga.

¿Por qué las empresas no hacen análisis organizacionales periódicos?. Un análisis organizacional periódico debería ser algo casi obligatorio cada cierto tiempo. Igual que las denominaciones de origen de los vinos te obligan a cambiar las barricas con un máximo de años, las organizaciones deberían analizarse periódicamente, de esta forma, podrían ver qué tipo de sistema funcional han adoptado con el paso del tiempo y en paralelo, podrían comprobar si es adecuado a su línea de negocio o no y reconducir.

Autoanalizarse no solo es bueno, sino necesario.

Te propongo un ejercicio, con tu equipo de trabajo, haz un pequeño análisis organizacional y comprueba a ver qué sistema organizacional tienes implantado en tu departamento o equipo. Quizás te sorprenda ver lo lejos que queda el objetivo inicial y cómo te has instalado en una política de supervivencia. O quizás seas muy afortunado y no lo hayas hecho y no hayas perdido de vista ni tu horizonte ni tu ilusión.

Te invito a que me cuentes el resultado.

Buena semana a todos.

 

María Gil CastañoMaría A. Gil es Ingeniero Técnico Naval, ha ejercitado su carrera profesional, en diferentes empresas del sector naval, con diferentes posiciones, lo que le ha permitido, progresivamente, alcanzar una experiencia y conocimiento del entorno nada desdeñable. En los últimos 5 años, ha centrado sus pasos y los de su equipo, en el desarrollo del mercado marino en el Sur de África y Rusia, trabajando como BMQC Manager para el grupo Barloworld.

 

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