Muchas son las actividades que llevamos a cabo en nuestra vida laboral diaria pero una de las más importantes y que constantemente pasa desapercibida, es ejercer el respeto a los demás, a sus ideas, a su cultura, a sus costumbres, a su forma de pensar y a su manera de ver la vida. Tendemos a juzgar en cada una de las áreas de nuestra vida sin mirarnos a nosotros mismos, nuestros fallos, nuestros errores, nuestras pequeñas o grandes miserias.

Progreso y respeto, intrínsecamente unidos

© starryvoyage – Fotolia.com

Hoy mi empresa tiene un minuto de silencio por los hechos ocurridos este Viernes en La Ciudad de La Luz. Desde este blog y con permiso de su dueño quiero hoy escribir esta entrada centrada precisamente en eso, en el respeto.

Hace unas semanas visité un museo en el que curiosamente se estaba llevando a cabo un Proyecto por estudiantes de primaria, profesores y miembros de una asociociación cultural. El Proyecto ocupaba tres salas vacías. En la primera te recibía un niño y te preguntaba qué era para ti el PROGRESO. Caminaba contigo alrededor de la sala mientras tú le explicabas qué significaba para ti progreso y al terminar el paseo te dejaba con su profesora, a la que le tenÍa que explicar lo que tú le habías dicho. Un adulto ya te cuestionaba acerca de tu respuesta y comparTía contigo otras opiniones facilitadas por otros visitantes acerca de tu temática. No somos únicos y por lo tanto las respuestas tampoco lo son. Este proceso se repitió una tercera vez en la que directamente realizaban preguntas directas advirtiéndote de que eran preguntas para algunos incómodas y que te  podías sentir molesto para ver las reacciones de la gente, podías rechazar participar, obviamente. Mi respuesta fue: PROGRESO ES RESPETAR, AL OTRO, LA NATURALEZA, LO QUE NOS RODEA. PROGRESO ES RESPETO.

Ayer por la tarde tomaba té de jazmín y tarta de manzana en El Jarde, un café de Amsterdam ciertamente hermoso, con unas compañeras. Una de ellas expresaba lo que oí tantas y tantas veces…, ”esta ciudad es demasiado libertina, hay cada cosa, los holandeses son así y asá porque hacen esto y lo otro y ves cada cosa”, nuestra respuesta unánime fue…”no hay cosas distintas que en otras ciudades solo que aquí se enseña…, la máxima de la ciudad es: haz lo que quieras pero no molestes y respétame”. El hombre siempre ha sido hombre y no hay nada inventado ya.

En la sede del Hermitage hay una zona dedicada a exposiciones temporales y otra a la historia de Holanda y ahí puedes ver por qué este país es tan “open mind” como dicen aquí y tan tolerante o respetuoso y es porque a lo largo de los siglos se ha ido desarrollando apostando por el respeto a los que llegaban huyendo de la Guerra, buscando otra vida mejor, cómo cambiaron sus costumbres y fueron absorbiendo esas singularidades históricas que tejieron, poco a poco, desde que comerciaban con esclavos extraídos de Angola, pasando por su visita por Sudáfrica y sin olvidar la ruta de las especias, lo que hoy conocemos como Países Bajos es el resultado de un cambio de mentalidad y de una conciencia social representada en multitud de asociaciones no lucrativas y con carácter de voluntariado, formadas no solo por las familias más influyentes de la ciudad o del país, sino por miembros de diferentes étnias que van con su bici de acá para allá.

Podremos tener todos los proyectos Industria 4.0 que queramos, participar en todos los foros del mundo, en las conferencias bimensuales de desarrollo empresario que tienen lugar en Ginebra cada dos meses. Seguiremos siendo unos subdesarrollados mientras no construyamos una base, mientras no unamos nuestros pies a la tierra y nuestra cabeza al cielo como hacen los árboles y mientras no entendamos que igual que yo, el otro es parte de este espacio, que si a mi me gusta que me respeten, al otro también.

Una compañia como la mía, Israelí, en la que convivimos más de 21 nacionalidades en un mismo edificio es una muestra viva de todo esto. En lo que va de año he celebrado el año Nuevo judío, el festival de la luz indio, el festival holandés de las luces, ahora la llegada de San Nicolás, español, por cierto, etc. Los israelíes son ruidosos, interrumpen, no saben estar quietos y dicen las cosas de manera abrupta, los alemanes son el colmo de la contención, los holandeses dicen lo que piensan y te cuestionan sin saltarse las formas, los españoles, Buenos los españoles tenemos fama de ser celosos…, y doy fé, más de una vez me llegaron…, mira ese o mira el otro y yo misma me encontré en esa situación. Soy tan humana como el que más.

3cero, gracias por darme este espacio, por darme esta oportunidad para expresar mis pensamientos.

A todos los que leéis estas entradas, primero disculpas por no haber traído hoy ningún tema verdaderamente empresarial ¿o sí?…, en segundo lugar, os deseo un día lleno de respeto hacia el otro, empezando por vuestro lugar de trabajo, donde pasamos tantas horas y donde no tendremos buena energía y no desarrollaremos verdaderamente nada si no somos capaces de dejar de juzgar, de dejar de imponer lo que queremos, de dejar de comunicar en modo navajero para hacerlo de una forma honesta  y abierta.

Corren tiempos difíciles, lo sé, pero podemos ser agentes de cambio si queremos, por lo menos en nuestro pequeño entorno, empezando por el laboral.

Buena semana a todos.

 

María Gil CastañoMaría A. Gil es Ingeniero Técnico Naval, ha ejercitado su carrera profesional en diferentes empresas del sector naval, con diferentes posiciones, lo que le ha permitido, progresivamente, alcanzar una experiencia y conocimiento 360, haciendo de ella un gerente de carácter generalista, trabaja en la actualidad para el Grupo ICL como Global Sourcing Manager.

 

 

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