Cuando cuentas con determinada experiencia en un ámbito es más sencillo que determines qué acciones son las principales para el desarrollo futuro de un proyecto. Esto tendrá como objetivo conseguir más ventas y, por lo tanto, atraer a un mayor número de clientes potenciales. Cuando acabas de empezar, debes tener claro que será complicado centrar la atención en un punto concreto.

5 pasos que no debes pasar por alto cuando abres un negocio

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Sobre todo si somos conscientes de la cantidad de información que existe en el mundo, las novedades y las nuevas modas que van surgiendo día a día. Por esto realizamos muchas tareas, nos llevan mucho tiempo y a veces no tienen una finalidad concreta y no se centran en lo que realmente estamos poniendo foco.

Si realmente estás decidido a establecerte por cuenta propia y acabas de abrir tu negocio, nosotros te ayudamos a que conozcas cuáles son los primeros pasos a tener en cuenta para que no te encuentres ni solo, ni perdido:

Tabla de contenidos,

1. ¿Sabes cuál es la base de tu negocio?

Por lo general, solemos pensar que sí, pero lo cierto es que suele ser que no. Con este tipo de punto me refiero a que definas con todo lujo de detalle cómo prefieres que sea tu negocio.

Una vez has decidido comenzar tu propio negocio debe ser como tú quieres, no cómo los demás te digan que debe ser. Por lo tanto tómate el tiempo que necesites para averiguar con qué personas vas a colaborar, qué tipo de productos o servicios vas a ofrecer, qué horario establecer, los descansos, cuánto quieres ganar al mes, si te vas a dedicar a nivel local, nacional, internacional, de forma offline, online, grupal, individual, etc.

Cuanto más conozcas de tu proyecto, mucho mejor. En función de esto podrás planificar tu futuro y el resto de cosas que tienes por delante. Las estrategias serán diferentes en cada caso particular. Así que tú sabrás si deseas recorrer el mundo impartiendo conferencias, charlas y talleres, si quieres desarrollar programas offline u online, o si quieres combinar todo esto.

Cuando no tienes claro qué es lo que quieres realmente, es muy difícil que te sientes a planificar y gestionar todo de forma tangible.

2. Quién es tu cliente ideal y comprueba cómo reacciona antes tus productos o servicios

No te preocupes, puede que en un principio te líes con las redes sociales, sobre todo si cuentas con una idea establecida o estás pensando que recibirás miles de visitas con solo abrir una web sobre tu servicio. Puede que tu atención se disperse ante todo el abanico de posibilidades que existen hoy en día, con las ofertas y los diferentes cursos. Debes ser consciente de que si no tienes los cimientos establecidos, será fácil que no funcione.

Debes tener claro desde un principio quién es tu cliente objetivo y qué necesidad o problema tiene, con el fin de diseñar la solución más adecuada y personalizada. De esta forma, podrás crear tus propios servicios.

Así, una vez completes estos pasos, el siguiente se centrará en decidir a qué personas vas a ayudar. Desde un comienzo debes olvidarte del “a todo el mundo”, ya que no tenemos tiempo para esto, ni mil manos por mucho que queramos.

Escoge de forma real a quién quieres ayudar y averigua cómo gestionar sus problemas. Por ejemplo, si eres un experto en marketing desarrollarás campañas de publicidad y estrategias en los medios, mientras que si te dedicas a ser un profesional de la imagen, cambiarás la apariencia de una persona en todo lo que esté a tu alcance.

De forma específica y concreta, que sea una dificultad real para ellos, por lo que de esta forma crearás la primera versión de tus productos o servicios que irá enfocada a solucionar esas adversidades iniciales.

Una vez tengas esto establecido, entonces sí podrás comenzar a gestionar tu propia página web, blog, etc., ya que tendrás establecido a quién te vas a dirigir y qué temas vas a concretar: de lo que les preocupa, les inquieta y cómo tú vas a poder ayudarles a solucionarlo.

3. Pide ayuda si la necesitas y no dejes de aprender

Esta habilidad es recomendable que la aprendas cuanto antes, ya que va a ser lo que genere un mayor impacto en tus ingresos. Esto es lo que establece el antes y el después en todo negocio. Si no cuentas con conocimientos suficientes, como la gran mayoría de emprendedores, en el ámbito de las ventas, déjate de poner excusas y ¡aprende! Realiza un curso, puede ser online, ahora no tienes ninguna dificultad, o contrata a un mentor personal. Lo que más se ajuste a tu economía y sea interesante para ti.

4. Llega al mayor número de personas

Cuando ya has cumplido y has gestionado de forma adecuada los pasos anteriores, ya sabes lo que quieres conseguir. Tienes claro a quién ayudar, qué servicios o productos ofrecer y cómo venderlos. Por lo tanto, es el momento estupendo para utilizar las redes sociales, comenzar campañas de visibilidad, publicar artículos en tu web o en otras, impartir charlas, talleres, conferencias, etc.

5. Analiza tus errores, busca soluciones y planifícate

Este es el último paso. Debes ser consciente de que tu negocio pasará por momentos de pocos avances e ingresos, la desmotivación podrá hacer mella en tu interior, pero debes tenerlo claro y seguir adelante.

Normalmente, seguro que lo que haces es ir improvisando a lo largo del día, sin saber muy bien cómo va a evolucionar todo lo que tienes por delante. ERROR.

Te recomiendo que planifiques el año entero, o si no puedes al menos el trimestre o el mes siguiente. Escribe cuál es tu objetivo para ese periodo de tiempo y programa qué acciones vas a realizar para conseguirlo. Lo importante es que con antelación de mínimo un mes, tengas claro qué vas a hacer cada día con el fin de no dejarte arrastrar por lo primero que te venga a la mente.

Además, ten claros los números para evaluar si realizas avances o no y en qué debes centrar tu atención para crecer más. Esto quiere decir, plantéate con cuántas personas te comunicas, a cuántos les ofreces tus productos y servicios, cuántas publicaciones haces al mes, en dónde, cuáles son tus suscriptores, etc.

 

Edith GomezEdith Gómez es editora en Gananci, apasionada del marketing digital, especializada en comunicación online. Se niega a irse a la cama cada noche sin haber aprendido algo nuevo. Le inquietan las ideas de negocio y, más aún, aportar una mirada creativa al pequeño mundo en el que vivimos.


 

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