Últimamente echo de menos gente ilustrada. Yo no lo soy, lo sé, tampoco soy rubia ni alta ni de ojos azules, pero sé distinguir una cuando la veo por la calle, pues con las personas ilustradas me pasa lo mismo, que las sé distinguir y es que tienen generalmente una capacidad para transmitir, una claridad de mente…, que te dan una seguridad, una tranquilidad, la tranquilidad que tienen aquellos que saben hacia donde van. Y digo yo…, ¿será más fácil que nos hable la Philae que encontrar a alguien ilustrado?…, pues parece ser que sí. A fin de cuentas lo suyo es solo un tema de baterías.

La importancia de tener el objetivo claro

© SeanPavonePhoto – Fotolia.com

Dicho esto, esta semana tuve la enorme suerte de asistir a una conferencia la Dra. Jisun Chung, directora Centro de Políticas de RRHH del KRIVET, es decir, del Korean Research Institute for Vocational Education & Training.  La Dra. Chung se doctoró en la Universidad de Toronto y además de ser exquisita en sus formas, es ilustrada, por lo menos en el campo en el que estaba compartiendo sus conocimientos. La conferencia versaba acerca de los programas educativos instaurados en su país de origen para promover el trabajo.

La Dra. Chung empezó la conferencia diciéndonos como el milagro coreano que se ha producido a lo largo de los últimos 60 años y que ha transformado un país básicamente agrícola y analfabeto en una súper potencia mundial, ha sido fruto de un “Todos a una, Fuenteovejuna” a la coreana, es decir, del trabajo concienzudo de sus gentes, del esfuerzo, de una idea compartida y de un objetivo del que se sentían parte activa y miembros.

Los objetivos fueron cuidadosamente seleccionados por el gobierno tras un largo período de reflexión y de estudio mirando dónde estaban y dónde querían estar, después fueron consensuados con los agentes sociales y después todo el mundo los hizo suyos y el país tuvo un proyecto de desarrollo común que sigue hasta nuestros días. He de decir que a esas alturas estaba por pedirle un autógrafo y poco menos que un visado.

La conferencia duró aproximadamente una hora, después comenzó el turno de preguntas y ella fue respondiendo una a una con una elegancia claramente innata y un conocimiento del sistema increíble. Nos habló además de cómo los tiempos están cambiando y de cómo ellos, para adecuarse a los mismos, a las nuevas necesidades y a los nuevos retos que se les están planteando con número creciente de jóvenes universitarios frente a uno decreciente de jóvenes que eligen la formación profesional para ganarse la vida. Para adecuar su sistema han hecho “benchmarking” y han estudiado los procesos de formación de los que se consideran los mejores países en formación profesional de la UE: Alemania y Suiza. Pero es que además de estudiar sus modelos ¡los están aplicando!… ¿Qué tienen en común un japonés, un coreano, un alemán y un suizo?…, sus planes de formación profesional. ¿Y qué más?…, un objetivo claro de hacia dónde se quieren dirigir…, ¿y algo más?…, un plan de acción que comparten todos de forma activa, cada uno haciendo lo que le toca.

¿Es tan difícil de verdad entender esto?. Miro a mi alrededor y veo que muchas veces vamos, como dice el dicho, “como pollo sin cabeza”. Cuando leo acerca de la importancia de la comunicación en el ámbito empresarial, de la necesidad de tener un objetivo claro, medible, cuantificable, de la necesidad de implicación de los miembros de un equipo y luego veo cómo nos movemos en el laberinto empresarial, me acuerdo de la casa de los espejos del parque de atracciones. ¿Es de verdad tan difícil que pongamos en práctica lo que dicen los manuales?.

Espero que no sea así. Aunque tengo serias dudas de que vayamos a conseguirlo. La Dra. Chung trabaja por el bien común. Tiene una visión global y la comparte. Las personas que trabajan en ese país también parece ser que la tienen. Dicen que nuestra cultura occidental cada vez es más individualista, quizás sea por esto que buscamos más nuestro progreso de forma individualizada sin entender que la mejora del colectivo es nuestra mejor base de crecimiento. Me gustaría mucho estar equivocada y que me lo contéis, que busquéis la mejora del colectivo como base de crecimiento personal. Y que así vuestra empresa y vosotros mismos crezcáis y mucho.

 

Buena semana a todos.

 

María Gil CastañoMaría A. Gil es Ingeniero Técnico Naval, ha ejercitado su carrera profesional, en diferentes empresas del sector naval, con diferentes posiciones, lo que le ha permitido, progresivamente, alcanzar una experiencia y conocimiento del entorno nada desdeñable. En los últimos 5 años, ha centrado sus pasos y los de su equipo, en el desarrollo del mercado marino en el Sur de África y Rusia, trabajando como BMQC Manager para el grupo Barloworld.

 

 

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