Hace un par de meses me encontraba en Barcelona y quedé a cenar con un antiguo colaborador que por esto del paso del tiempo y las afinidades comunes, así como por el buen hacer, ha pasado a ser amigo…
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Le comenté un proyecto que tenía en mente y que quería sacar adelante y por supuesto las tribulaciones que lo acompañaban. Él, solícito como siempre me dijo: tengo un amigo que estudió arquitectura, ninguno lo entendemos, lo que le gusta es escribir. Nunca ejerció su profesión, se fue ganando la vida de múltiples formas pero insistió e insistió: El primer manuscrito que presentó lo desecharon. Insistió con un segundo y nada, al tercero empezaron a publicarle y hoy ha publicado 3 libros, escribe en revistas y es feliz. Es un tema de “constancia” MaríaGil. De insistir. Para él y para mi el nombre no solo es el nombre, lleva unido el apellido y es todo uno, es lo que te hace único.
Estoy de acuerdo, pero además de la constancia está también el factor tiempo.
En general no me gustan mucho los cursos de gestión de tiempo y por eso es un tema que no suelo tocar, pero hoy voy a hacer una excepción y voy a pasar de puntillas por este tema sobre el que se han escrito tratados y libros y se han dado cursos y conferencias más o menos bien aprovechados.
El Sr. Terry Pratchett, que ya he nombrado en alguna ocasión, escritor de fantasía y creador del Mundodisco tiene una novela maravillosa en la que ironiza y habla de esta cuarta dimensión. La novela se titula “Ladrón del tiempo” y la recomiendo a todos aquellos que no tengan problemas con esto de la fantasía y que además quieran disfrutar de la inteligencia de este escritor, de la ironía y de las metáforas de la vida.
De la misma forma que vas al gimnasio para mejorar tu forma física, has de hacer ejercicios para mejorar la constancia y para eso necesitas tiempo. Pero ¿qué hacer cuando eres un poco desastre en esto de la organización o tu agenda está más apretada que el metro de Japón en hora punta?. Si eres organizado y es un tema de sobrecarga, no pasa nada, pues o dejas tareas o te has acostumbrado a vivir a velocidad de hiperespacio. El asunto ahí sería discernir si las tareas que te quitan el tiempo te satisfacen lo suficiente o no.
Pero ¿qué pasa si tienes un problema de organización? Bien porque no seas lo suficientemente constante o bien porque no seas suficientemente organizado para poder permitirte después ser constante.
El Sr. Ballenato Prieto licenciado en psicología por la Universidad Complutense de Madrid, escritor, orador, psicólogo y docente, regenta en la Universidad Carlos III de Madrid el puesto de responsable de la Orientación psicológica y psicopedagógica, nos habla en su libro “Gestión del tiempo» de cómo optimizar este recurso tan limitado y por ello tan valioso y de cómo solucionar el problema planteado.
Además de una serie de indicaciones que puedes más o menos cumplir con tu dietario o con tu forma de vida, hace esta apreciación en el capítulo relativo a la importancia de la planificación: “La verdadera esencia de la gestión del tiempo…, reside básicamente en la búsqueda de una cierta sistemática, de una previsión que marque el camino y sirva como orientación. Se trata de alentar un espíritu de economía metódica. De mantener una predisposición que nos ayude a simplificar, organizar, rentabilizar y optimizar nuestro esfuerzo”.
Mi naturaleza es desordenada. Por mucho que me esfuerce y lo hago y por eso he mejorado, siempre tengo papeles fuera de la carpeta adecuada, he apuntado algo en la servilleta de aquel bar y no en la agenda y no sé dónde está hasta dentro de dos meses, tengo libros empezados en diferentes estancias de la casa y de diferentes temáticas.
He leído este libro con atención y con la firme esperanza de mejorar en mi gestión del tiempo y de poder, de esta forma, trabajar mi musculillo de la constancia para sacar adelante mi proyecto. Puedo decir que es un libro de fácil lectura y bastante mejor que algún otro que me he encontrado en el que te hablan de la necesidad de optimizar el tiempo dedicado a un cliente porque su cuenta no es lo suficientemente grande. Si algo sé es que esos clientes, muchas veces, son los que luego te mantienen a flote porque sus pedidos siguen siendo tu riego de goteo.
No sé cuántos de ustedes tienen el mismo escenario que yo, espero, de veras, que no muchos o que, a diferencia de mi, sean capaces de optimizar el tiempo que les acompaña día a día. Yo, por si acaso, hoy les dejo mi nota de autor, mi recomendación literaria, me entrada semanal ligera y mis mejores deseos. Quizás, si conseguimos aprender a usar nuestro tiempo podamos poner en marcha algunos proyectos que merecen constancia. No se puede dar la constancia sin tiempo.
Ligera semana a todos.
María A. Gil es Ingeniero Técnico Naval, ha ejercitado su carrera profesional, en diferentes empresas del sector naval, con diferentes posiciones, lo que le ha permitido, progresivamente, alcanzar una experiencia y conocimiento del entorno nada desdeñable. En los últimos 5 años, ha centrado sus pasos y los de su equipo, en el desarrollo del mercado marino en el Sur de África y Rusia, trabajando como BMQC Manager para el grupo Barloworld.