Este artículo va dedicado a todos aquellos que por alguna razón tienen algún trabajo relacionado con Google.

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Este último año he podido ver técnicas o trucos SEO que funcionaban perfectamente irse al traste por un mal uso de la información.

Que nadie me mal intérprete, estoy a favor de que entre todos nos ayudemos, pero existe un código ético y moral que no permite publicar cierta información a gran escala.

Digamos que lo mejor es compartirla en círculos cerrados, lo que llamaríamos “petit comité”

¿Si no trabajas para Google, por qué le ayudas?

¿Acaso él te lo pone fácil?

¿Te llama antes de cambiar de algoritmo y joder tu SEO?

¿Se puso en contacto contigo para ponerle el nombre a sus mascotas, Pingüino, Panda o Colibrí?

Por si alguien no lo tiene claro aún, Google es un negocio, y su fin es sacar pasta hasta del aire que respiras mientras realizas una consulta en su buscador.

Es normal, yo haría lo mismo y tú también…

Es por eso que  el gigante no está formado solo por maquinas como la famosa araña, ese ojo que todo lo ve y todo lo sabe. Lo cierto, es que no es así, personas como tú y como yo navegan en internet durante horas y no dudéis ni por un momento en que si hay algo que no les gusta darán la voz de alarma.

No puedo afirmarlo, pero apostaría a que existe la figura del chivato expiatorio (al cual aprovecho para saludar junto al señor Obama) que está deseando apuntarse una medalla en plan:

– ¡Jefe mire lo que les he pillado!

¿Por qué publico esto?

Lógicamente, porque  mis proyectos ya van notando alguna cabronada de estas y porque yo también pequé de inexperto un día.

Todo empezó cuando se me ocurrió una gran idea, la contrasté con grandes profesionales y me dijeron;

¡Qué bueno Javier!

Me sentí genial, pero necesitaba que me lo dijera más gente, necesitaba que esa idea quedara reflejada como mía, que nadie me la arrebatara, por tanto decidí hacerla pública.

Ya estaba hecho, conseguí llamar la atención y todo el mundo se interesaba por ella en tan solo 2 horas era la bomba.

Yo ingenuo, pensé que hacia un bien; pero nada más lejos de la realidad, recibí el email de quien me confirmó que era una excelente estrategia que me hacía ver las cosas de diferente manera.

Venían a decir algo como esto:

“Javier, sé que no lo has hecho con mala intención; pero existen cosas que no se pueden publicar, esto puede llamar la atención de Google demasiado rápido si se difunde tan deprisa como lo está haciendo, recuerda que no es un resultado natural  y el problema no es que te perjudique a ti solamente, perjudica seriamente a toda tu red de contactos profesionales.

Independientemente de que lo hayan realizado o no, sufrirán unas consecuencias similares ya que os rastrearan a todos. Google los penalizará de manera personalizada, ya lo he visto otras veces.

Veo bien que quieras contar este truco, es muy bueno, pero te aconsejo que lo hagas en grupos más cerrados, con mayor discreción”

Automáticamente  eliminé el post, y lo entendí.

Ahora con el tiempo, agradezco más aún si cabe esos consejos, últimamente se han caído algunos muy buenos de la red.

Finalizando el post, te recuerdo que Google no es perfecto, que tiene errores, y que ahí estaremos nosotros para descubrirlos y por supuesto compartirlos.

¡Pero con cabeza amigo, con cabeza!

Dice una famosa canción;

“El que tenga un amor, que lo cuide”

Un abrazo.

Javier Gázquez en tan solo 5 años ha conseguido colaboraciones con empresas globales como Textbroker, grupos de Dropshipping de prestigio como Dropalia.es e incluso emprender su propia agencia donde se especializa en adaptar negocios convencionales a la red  mediante estrategias de negocio en hellomarketing.es.

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