Todo lo que hagas en la red habla de ti. Lo que se dice puede ser positivo o negativo, pero ten por seguro que nada pasa desapercibido. Hemos comenzado un año nuevo y con él llegan innumerables propósitos de todo tipo, muchos de los cuales no sobreviven ni el primer mes, pero también muchos otros encuentran su camino. Pues bien, aprovecho esta entrada para invitarte a que te propongas reinventarte de forma constante.
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Reinventarse es un concepto con muchas definiciones, pero aquí me refiero al hecho de probar cosas nuevas. En cierto modo, y con el paso de los años, todos vamos presentando ciertas actitudes que nos caracterizan, las cuales se vuelven familiares para las personas que nos rodean. Pero, ¿estamos obligados a ser de una manera específica? No, más sin embargo casi no cambiamos pues eso nos sacaría de nuestra zona de confort.
Ok, puede que ser de una manera distinta a la que somos sea algo complicado. Pero, ¿por qué no probar hacer cosas que nunca hemos hecho? Si tienes un negocio es buen momento para que te pongas a pensar, ¿qué podrías hacer de manera diferente en tu publicidad para captar más clientes?, ¿qué podrías cambiar para que tu marca sea considerada ecológica?, ¿o cómo le harías para duplicar tus ingresos este año?
Reinventarse es una palabra muy bonita, es una acción que muchos profesionales y marcas se plantean, pero que pocos logran realmente. El detalle es que reinventarse necesita dos cosas: la primera es pensar mucho, y aunque dicen que pensar no cuesta nada, la verdad es que requiere tiempo, recurso del que no todos saben echar mano; y la segunda es que se requiere pasar a la acción, que es justamente donde más se rinden.
¿Por qué si muchos quieren reinventarse la mayoría se rinde? La respuesta tiene que ver con el riesgo que conlleva querer reinventarse. Piensa un poco, la mayoría de profesionales sin empleo podrían tener éxito en las entrevistas de trabajo si se reinventaran un poco así mismos, ya sea consultando a un experto en vestimentas y cambiando su forma de vestir, e incluso su peinado, o invirtiendo en un curso sobre negociación.
Es riesgoso reinventarse porque estamos acostumbrados a nosotros mismos, y el mismo hecho de reinventarse requiere probar cosas que se consideran fuera de la normalidad, pero son justo esas cosas las que hacen aquellos que se reinventan para triunfar. ¿Y por qué estás obligado a reinventarte? La respuesta es sencilla: si no te obligas tu mismo nadie más podrá hacerlo. Si tú mismo no te presionas nadie más se preocupará por hacerlo. Tienes la obligación de reinventarte o la cotidianidad te absorberá.
Olmo Axayacatl es ingeniero mecánico agrícola de profesión, con una maestría en ciencias en horticultura, sin planes para el doctorado pero le gustaría irse algunos años a un país de habla inglesa, mientras tanto es profesor y bloguero.