Según investigaciones de Gananci, existen estrategias eficaces para memorizar más, estudiar mejor y tener un buen rendimiento. Seguramente, también te has preguntado cuál es la mejor hora del día para escribir y tener una explosión de ideas creativas.
Algunos escritores ya conocen cuál es el mejor momento para dedicarse a la tarea de escribir y producir ideas grandiosas. Sin embargo, siempre es bueno hacer un autoanálisis y cerciorarse de que realmente se está aprovechando el momento oportuno.
Incluso, es posible elaborar tarjetas para medir nuestro rendimiento y producción de ideas, ya que algunos escritores han considerado por mucho tiempo que su mejor momento era durante las mañanas, sin embargo, iniciar un período de análisis les permitió determinar que esto no era realmente así.
Hay quienes consideran que sólo durante un momento del día pueden producir las mejores ideas, y que el resto de las 24 horas son improductivas. No obstante, vale la pena mencionar que además de las horas, el ánimo también es un factor decisivo.
En algunas ocasiones, resulta complicado encontrar un espacio para dedicarse a las tareas creativas. De hecho, el profesor Jeffrey J. McDonnell, realizó un estudio que publicó en la revista Science, luego de diversas investigaciones en la Escuela de medio ambiente y sostenibilidad de la cual es profesor, en la Universidad de Saskatchewan, afirmando algo similar.
El profesor mencionó que: “es más que imposible encontrar un tiempo en el día para realizar un trabajo creativo sin distracciones y si finalmente se logra encontrar un hueco, el período para volver a retomarlo es a menudo largo, con lo cual el proceso siempre se ralentiza”.
McDonnell, se percató de las dificultades que esto traía consigo, especialmente cuando deseaba escribir sus ensayos, por lo que tomó la decisión de cambiar la rutina que tenía establecida.
Así, relató su experiencia de la siguiente manera: “Me despertaba temprano, me hacía un café y empezaba a escribir hasta que se fuera la inspiración o hasta que las distracciones como correos electrónicos o planes del día comenzara a entrometerse. Siempre era entre las 7 o las 8 de la mañana y conseguía trabajar alrededor de una hora, algunos días incluso menos”.
A partir de allí, el profesor McDonnell decidió dar un formulario a sus estudiantes, a manera de reflejar los resultados del experimento que tenía en mente, y cuyos resultados fueron sorprendentes.
De sus hallazgos, afirmó que: “(…) depende mucho de la persona, si no se es mañanero, este horario dificulta el proceso creativo, así que cambié mi propuesta”. A continuación, quería que cada estudiante estuviese en control de su tiempo, sin importar la hora que fuese.
Una vez que culminó su experimento, el profesor McDonnell pudo dejar evidencia de que “los alumnos tenían cada uno su propio momento del día para crear. Atendiendo a esa rutina, el trabajo creativo siempre se consigue llevar a cabo, aunque sea durante el tramo de una hora o menos”.
Este experimento del profesor, no sólo fue aplicado a sus estudiantes, sino también a otras personas creativas dedicadas a otras labores, tales como deportistas e incluso comediantes, y las conclusiones fueron las mismas: “estuvieron de acuerdo en que, a ellos, la primera hora del día, les resultaba la adecuada para llevar adelante sus trabajos creativos”.
Un horario para cada quien
Pese a los resultados de dicho estudio, no todas las personas tienen un mismo horario, no a todos les funcionan las mismas horas por igual. Para que descubras cuáles son las horas en las cuales tienen un mayor rendimiento, te recomendamos aplicar los siguientes consejos:
1-Mide tus resultados: empieza a observar tú también la manera en la cual realizas tus labores. Empieza a escribir en distintos momentos del día y anota las diferencias que puedas observar, como por ejemplo el momento en el cual crees alcanzar mayor productividad.
2- Apunta cómo te sientes: tal como hemos mencionado, los estados de ánimo están asociados a los procesos creativos. Por ello, te recomendamos percatarte de las cosas que te rodean, el ambiente, la manera en la cuál te sientes al momento que empiezas a escribir, si en el entorno hay aire fresco, mucho frío, o calor. Luego, podrás observar todos estos análisis y te darás cuenta que ciertos detalles se van repitiendo y que ellos inciden tanto en la calidad de lo que escribes como en el rendimiento que puedas tener.
3- No sientas miedo a cambiar: y experimentar otras rutinas, otros ambientes, otras circunstancias, variar la cantidad de horas, entre otros, ya que así tendrás más datos para analizar y descubrir prontamente cuál es tu mejor momento.
4-Espera el momento oportuno para analizar: recuerda que al principio quizá no podrás ver cuál es tu mejor momento, pues, esto es algo que podrás deducir en la medida que recabes más datos.
5-Empieza a producir: con los datos sobre el papel será mucho más fácil determinar cuál es tu mejor hora de trabajo. A partir de este momento podrás empezar a producir ideas increíbles
Recuerda no esforzarte, tratando de escribir en momentos en los cuales no te sientas bien, o tengas mil ideas pendientes en tu mente, pues, el proceso de escritura –así como otros de índole creativa- exigen dedicación, entrega y concentración.
Edith Gómez es editora en Gananci, apasionada del marketing digital, especializada en comunicación online. Se niega a irse a la cama cada noche sin haber aprendido algo nuevo. Le inquietan las ideas de negocio y, más aún, aportar una mirada creativa al pequeño mundo en el que vivimos.
@edigomben
Me dedico a lo mío, digo, tengo un empleo convencional de oficina y eso pero me encanta escribir y últimamente lo estoy tomando más en serio. Escribo mis historias desde hace como diez años cuando estudiaba la universidad y siempre había uno o varios momentos en el día para hacerlo. Ahora tiempo es lo que me hace falta y para cuando llega la noche estoy muerto mental y físicamente… y ese era el momento en el cual consideraba que fluían más mis ideas por el silencio y la obscuridad. Me encantó hallar este artículo ya que no se me había ocurrido hacerlo temprano, antes de todo (o será que despertar temprano no es mi fuerte) y resalto lo de medir los resultados porque podemos no darnos cuenta si realmente un momento u otro es el mejor para crear.
Saludos.
Siempre me ha gustado escribir historias, pero nunca me lo tome realmente en serio. Hace poco decidí hacer lo que me apasiona y comencé a escribir esas historias que se mantienen en mi mente, pero no tenía tanto tiempo en el transcurso del día para escribir y cuando los tenía simplemente no podía concentrarme por el ruido del entorno en el que vivo.
Pensé que en la noche podría escribir libremente por el silencio y la oscuridad que está posee, pero resulta que no paso de tres párrafos porque me encuentro cansada tanto mental como físicamente, pero ahora que encontré este artículo, tomaré la iniciativa de levantarme más temprano y escribir. ¡Espero que funcione!