La marca personal (en inglés: Personal Branding) puede definirse como la manera de estar de los individuos de cara a las relaciones sociales o profesionales. Es, ante todo, una forma de proyección. Cada persona proyecta sus conocimientos, aportes, aspiraciones y, ante todo, las cualidades y destrezas que le diferencian del resto.
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Actualmente, las herramientas 2.0 son indispensables para sacar un mayor provecho a las marcas personales. Son una vía directa hacia el posicionamiento, la visibilidad y la gestación de nuevas relaciones. Entre las más empleadas figuran redes sociales como LinkedIn, Google+, Facebook y Twitter, o los blogs, los perfiles profesionales y las páginas web de contenidos especializados.
Pero no basta sólo con tener una marca y emplear varias de estas herramientas. Hay que hacerlo de un modo eficaz. Aunque cada marca difiera de las otras en contenidos, objetivos y aspiraciones, la teoría del Social Media y el Marketing ha establecido algunos consejos básicos para la consolidación de una marca en cualquier campo de desarrollo. A continuación enunciamos tres de ellos:
Tabla de contenidos,
1. Definir nuestra identidad
No se trata de crear un personaje de nosotros mismos. Más bien, consiste en fijar un estilo para la proyección de nuestro perfil en el entorno que nos interesa. Hay que elegir nuestra mejor cara en los medios digitales. La idea es dejar huella y causar una impresión duradera. A ello nos puede ayudar la elección de una imagen llamativa, impactante, que nos identifique frente a otras marcas. Además, debemos tener claro qué tipo de información haremos pública en nuestros perfiles, tomando siempre como base la eficacia y la proyección de los contenidos que difundamos. Otros elementos que podrían reforzar nuestro perfil son el diseño de un logotipo o una imagen individual y, eventualmente, la elección de colores o eslóganes.
2. Enfocar el campo de acción
Abarcar todo el espectro digital es una tarea utópica. Lo más conveniente es acotar el espacio al que queremos llegar y definir las estrategias para hacerlo. En el caso de las redes sociales como Google+, Facebook o Twitter, eso se traduce en la elección de una comunidad específica con la que se quiera interactuar. Cada persona debe tener claro cuáles son los campos en los que mejor se desempeña y qué aportes puede realizar. Adicionalmente, es recomendable que conozca las motivaciones, los deseos y los hábitos de consumo digital de los miembros de esa comunidad, pues sólo de esta forma logrará que sus contenidos tengan una buena acogida.
3. Crear contenidos emotivos
Es verdad que no siempre es posible hacerlo y que algunos campos de acción no lo permiten tan a menudo, pero una buena marca personal debe tratar de generar contenidos que transmitan sensaciones y emociones a sus destinatarios: sinceridad, entusiasmo, creatividad, liderazgo, juventud y modernidad, entre muchas otras. Además, la marca personal no debe olvidarse de los principios que sustentan la imagen que proyecta y debe ser fiel a ellos. Esto generará mayor credibilidad y evitará que la identidad de la marca se difumine. Otra estrategia que también puede ayudar a generar empatía es la creación de contenidos que mezclen información profesional y personal, algo que hace menos rígidas las barreras entre emisor y receptor.
Ana Calzada, periodista y especialista en comunicación para Pymes y Empresas. Es colaboradora de diversos blogs relacionados con este tema, como Blogoempresa y redactora en Eaeprogramas.es/Empresa-familiar, del que es la redactora principal. Además, ha colaborado como formadora con escuelas de negocios como ENyD (Escuela de Negocios y Dirección de Madrid) y como asesora de varias empresas de nuestro país.
Lo de crear contenidos emotivos me gusto. Es bueno como marca comunicarle al cliente porque estás apasionado de tu producto para transmitirle esa emoción.
Sin duda la creación de contenidos emotivos es el punto clave de una marca personal o empresarial.