Si sueñas con crear una gran empresa, ponte a ello sin pausa; pero sin prisa. Disfrutando de cada momento, aprendiendo en cada paso, avanzando sin temor, sin plantearte como de lejos está tu destino.

Emprende tu viaje a Itaca

© PHB.cz – Fotolia.com

Pide que el camino sea largo, ponte metas intermedias y disfruta cada vez que las vayas alcanzando. En tu camino irás conociendo a muchos profesionales a los que podrás ayudar y a muchos otros que te ayudarán a ti. De todos ellos aprende.

Ten siempre tu objetivo en tu mente, a donde quieres llegar. No trates de llegar antes de tiempo, porque las grandes empresas necesitan de la experiencia adquirida a lo largo de los años para que se levanten firmes.

Y si al final no encuentras lo que esperas, el viaje no habrá sido en balde si te ha sido enriquecedor por el camino. Tal vez te plantees buscar una nueva Itaca que te brinde un hermoso viaje.

 

Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.

Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.

Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.

Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.

Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.

Konstantino Kavafis

 

¿Cuando vas a emprender tu viaje a Itaca?,  me gustaría que lo contaras en los comentarios de ésta página.

 

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