Me gusta mi trabajo, en primera porque tengo mucha flexibilidad y libertad en diversos aspectos, en segunda porque implica un reto muy grande todos los días. Sin embargo, muchas veces las horas laborales se me llegan a hacer eternas, y nada tienen que ver con cuestiones técnicas, de conocimientos o habilidades, sino más bien con cuestiones de relaciones personales. Y es que cuando varias personas conviven en el mismo espacio por mucho tiempo la situación se puede llegar a poner un poco tensa.
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Analizando todo de forma objetiva mi trabajo es muy sencillo, por el hecho de que requiero seguir un método para que las cosas salgan bien. Dicho método no está del todo determinado, pero la esencia y las bases lo están, lo que me permite avanzar en la dirección que debo hacerlo. Por la parte técnica hay muchas cosas que aún debo aprender, pero eso no impide que pueda hacer bien mi trabajo. Pero, son las relaciones personales las que suelen desequilibrar la balanza.
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El gran secreto del éxito laboral
Recién acabo de leer un libro que tiene la siguiente frase: «Una empresa contrata un líder debido a sus capacidades técnicas, pero lo despide debido a su escasa empatía». En lo personal considero que la frase aplica para todos, no solo para los líderes, porque no importa que tan bueno sea uno en lo que hace, si al final de cuentas no encaja en el equipo lo más seguro es que no se tenga un espacio en él. Hoy más que nunca las relaciones laborales juegan un papel fundamental.
Mucho se ha hablado en los últimos tiempos de la inteligencia emocional, que tiene como uno de sus pilares a la empatía, que es la capacidad de ser conscientes de los sentimientos de otros. Dicho concepto aún es muy escaso en el mundo laboral donde los sentimientos siempre se habían tratado de mantener al margen. Más hoy en día cada vez más empresas se dan cuenta de su importancia para el óptimo desempeño de las relaciones laborales, que al final de cuentas vienen significando buen ambiente laboral.
Comprende para que te comprendan
Son muchas las razones que nos hacen creer que todo el mundo debe comprendernos, pero muchas veces poco hacemos para comprender a los demás. El argumento «es que así soy yo» está perdiendo validez con mucha rapidez, y cada vez es menos aceptado en el mundo laboral. Ahora está dejando de importar como es uno para dar paso a como es un equipo. Antes de conjuntaban equipos a pesar de que no se diera una buena relación entre los participantes, porque lo que importaba era el resultado.
En la actualidad los resultados siguen siendo importantes, pero los equipos de trabajo se han comenzado a enfocar en las personas, porque cuando se tiene un equipo en sincronía los resultados son mucho mejores que cuando no. Muchos líderes se han dado cuenta que es mejor un equipo con varias personas con conocimientos promedio que tengan buena relación laboral, que un equipo con un experto que no encaje con sus demás compañeros.
Olmo Axayacatl es ingeniero mecánico agrícola de profesión, con una maestría en ciencias en horticultura, sin planes para el doctorado pero le gustaría irse algunos años a un país de habla inglesa, mientras tanto es profesor y bloguero.
Lo que falta en el campo laborales es gente con valores y pasión, son cosas que vienen incorporadas en uno. Todo lo demás se aprende, sobre como incorporar el nosotros al yo, en todos los ámbitos y equipos, los resultados exitosos siempre se dan en un «nosotros.
Ciertamente Nicolás. Se puede aprender mucho en cualquier trabajo, pero es necesario tener ciertas cuestiones incorporadas, que por más años que pasen no se aprenden dentro de la empresa.