Este fin de semana tuve una conversación interesante acerca del verdadero significado de lo que era ser Manager.

El verdadero significado de ser manager

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En las últimas semanas, he visto a dos personas que conozco relativamente bien, pasar a ser nombrados Project Manager, ninguno de los dos tiene gente a su cargo, o por lo menos de forma directa, pero ambos tienen despacho, responsabilidad acerca del trabajo realizado por otras personas, capacidad para decidir, un sueldo más o menos acorde a su puesto, seleccionan personal  y tarjetas impresas que exhiben su título.

El planteamiento que estuvimos discutiendo era si alguien que no «manda», que poco me gusta esta palabra, gente directamente puede ostentar el título de manager.

Las posturas eran encontradas, llegándose a comentar cómo en muchas empresas, y esto lo he visto, se nombra a alguien «product manager o project manager«, o en español «jefe de proyecto o de producto» pero no se les aumenta el sueldo, no se les da un equipo de gente con el que trabajar, no se cambia su escalón en el organigrama ni capacidad de incidir en políticas de precios y formación del producto que gestionan, por poner un ejemplo, sino que simplemente se les hace una tarjeta de visita con esta «titulación» y se les pide, eso sí, que se dejen la piel. Si todo sale bien, acerté en la decisión, si sale mal, «es que no vale para manager«.

En ciertos momentos, esta nueva asignación de puesto se lleva a cabo simplemente para satisfacer el ego del demandante, otras porque se cree que así se contentará a alguien que ya está muy quemado y en la mayoría de las veces, porque hay que iniciar un proyecto y montar un equipo, no se quiere pagar a alguien cualificado o porque como dice el Profesor Fdez. Aguado: «la mejor forma de iniciar un proyecto y montar un equipo es con un número inferior a dos». Los defensores de esta postura, pese a tener una tarjeta de visita que les acredita como «jefe de producto / product manager«, defendían a ultranza el No. No eres manager si no mandas o tienes gente a tu cargo. Se les había «endilgado» el marrón, la carga de trabajo y se les pedían responsabilidades, se contaba son su buena voluntad. Y ya.

El equipo B, o el otro bando, los tigres, defendía exactamente lo opuesto. Es decir, si tienes despacho, más sueldo, controlas la calidad del trabajo de personas de tu empresa, aunque estén a kilómetros y puedes decidir y figuras en el organigrama, se te pueden exigir responsabilidades y tienes cierto área de influencia, entonces sí eres un manager o jefe o mando intermedio aunque no tengas gente a tu cargo.

Una vez que se llegó a la conclusión de que hay diferentes rangos o categorías de «manager / jefe», igual que en el ejército. La cuestión planteada fue ¿estamos entonces pervirtiendo el verdadero significado de la palabra manager?. ¿Utilizamos esa palabra en lugar de la de «responsable» de producto o de proyecto para solo satisfacer el ego de unos cuantos?. ¿Cómo afecta esto verdaderamente al ejercicio de la profesión, o mejor dicho, al desarrollo justo de aquellos que ostentan este cargo por mérito, que lo asumen como una verdadera responsabilidad?. ¿Se aprovechan algunas empresas de nuesto ego como de la coyuntura económica?.

Yo os paso la pregunta a vosotros. Me parece muy interesante.

En mi humildísimo entender, un «Manager«, sea del tipo que sea, debe tener una serie de «derechos o prebendas» y por supuesto una serie de obligaciones, generalmente más que de los primeros. Ese puesto Debe estar acompañado no ya solo por un sueldo y un cuadrado en el organigrama sino, y esto es opinión personal, que debe estar amparado por el respeto de la compañía en la que trabaja, debe ser avalado en sus decisiones, si ésta son correctas, por el directivo siguiente de rango superior y debe ser arropado por la estructura. Si con el tiempo su proyecto evoluciona y esto permite contratar a personal que esté a su cargo, pues mejor, eso significa que su proyecto no es un bluf, el desempeño de su función está siendo el correcto y podremos decir eso de … con esto y un bizcocho…

Si no se dan estas características, asumiendo las diferentes gradaciones que hay en el liderato, igual que la diferentes gradaciones de color que tenemos en un RAL o un Pantone, entonces no deberíamos utilizar tan alegremente la palabra «manager o jefe de» y sustituirlas por algo más apropiado, pese a que en nuestras tarjetas de visita no quede tan rimbombante y haya más espacio en blanco que el que nos gustaría, como por ejemplo «responsable de»….el castellano es rico en vocablos y por lo tanto en matices. Quizás deberíamos probar a ser un poquito más honestos a la hora de nombrar, para no jugar con la gente y aprovecharnos o de sus debilidades o de la coyuntura, y un poquito más humildes a la hora de pedir, porque hay cosas que no se deben y no se pueden arreglar en un entorno empresarial.

Buena semana y buen verano a todos.

 

María Gil CastañoMaría A. Gil es Ingeniero Técnico Naval, ha ejercitado su carrera profesional, en diferentes empresas del sector naval, con diferentes posiciones, lo que le ha permitido, progresivamente, alcanzar una experiencia y conocimiento del entorno nada desdeñable. En los últimos 5 años, ha centrado sus pasos y los de su equipo, en el desarrollo del mercado marino en el Sur de África y Rusia, trabajando como BMQC Manager para el grupo Barloworld.

 

 

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