Qué sueldo es el que quieres, cuál son tus defectos o qué horario quieres hacer son algunas de las preguntas que te pueden realizar en una entrevista de trabajo. Conseguir ganar tiempo para poderlas responder resulta clave para responder de manera adecuada.

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El seleccionador o la empresa pueden ser algunos de los motivos que por los que no desees trabajar en una determinada empresa. La empatía es fundamental para superar la primera fase para conseguir un puesto de trabajo.

El problema puede surgir cuando no es ni uno ni otra, simplemente, que te sientas incómodo con las preguntas que te han realizado. Puedes correr el peligro de no conseguir el trabajo que deseas y, por tanto, se deben superar algunas preguntas que nos pueden resultar difíciles responder para conseguir el puesto que deseamos.

¿Has pensado alguna vez que no quieres seguir con una entrevista de trabajo?

El seleccionador se conoce la trayectoria del candidato y, durante la selección,  resulta primordial saber la proyección de futuro para saber su motivación y si va a encajar en el puesto. Este es fundamental y no siempre es obvio.

No es inusual que después de una conversación en profundidad o tras una reflexión, el entrevistado rechace seguir adelante. Escuchar y ganar tiempo es determinante para superar las preguntas que nos pueden resultar incómodas. Esconder la cabeza no nos va a ayudar a conseguir el puesto que queremos.

¿Qué situaciones nos podemos enfrentar dentro de una entrevista de trabajo?

Algunos ejemplos de situaciones que nos podemos enfrentar dentro de una entrevista de trabajo son:

• Fracasos: si se quiere medir la capacidad de reacción de la persona que entrevistamos debemos saber cómo va actuar bajo presión o tensión, comprobar si es una persona resolutiva y si se mantiene en calma después de plantearle preguntas comprometidas.

La persona que selecciona no debe quedarse sólo en la primera pregunta, sino que ha de plantear cómo ha afrontado los fracasos y qué ha hecho para superarlos. La respuesta del entrevistado proporciona pistas sobre la capacidad de aprendizaje de los errores y crecerse ante la dificultad, así como su autoconocimiento y honestidad emocional.

• Franqueza: es fundamental demostrar sinceridad. Si la persona que entrevistamos es capaz de hablar sobre sus frustraciones y conflictos es un punto a favor para el candidato. Para que la apreciación sea buena es necesario también que puede ofrecer una interpretación positiva de la situación.

La persona entrevistada debe poseer la capacidad de resiliencia. En el mundo que vivimos, cada vez con más variaciones, las empresas buscan profesionales que no se paralicen frente a las adversidades y que sepan responder de manera ágil.

• Tensión: una de las cosas que puede hacer fracasar una entrevista es la tensión que se puede generar entre los participantes. La persona que entrevista debe ser en cada momento un profesional y no puede permitirse un comportamiento que no sea adecuado.

Quizá ese entrevista que no ha resultado de todo bien sea solamente una estrategia y en realidad estamos ante una entrevista de tensión. En dicha entrevista se pone a prueba al candidato mediante la mediación de las competencias como la tolerancia al estrés, la iniciativa o control emocional.

Como entrevistados no nos debemos tomárnoslo como algo personal, ser educado y forma natural. Saber que estás ante una entrevista de este tipo nos puede ayudar a superarlas. La persona entrevistada debe ser amable y tratando de no influenciarse por la tensión de la situación.

• Saber jugar nuestras cartas: ganar tiempo es una estrategia más provechosas antes de responder alguna preguntas que nos resulta incomoda. Por tanto, debemos de tratar dar la vuelta a una pregunta que nos comprometa para que sea nuestra mejor baza.

Pero debemos tener en cuenta que el entrevistador no obtenga información estudiada y sea no sea entrevista forzada. La naturalidad es lo mejor que podamos utilizar. Aunque existen muchas sugerencias para superar una entrevista de trabajo, no existe un manual para tener éxito. Lo esencial es tener una cierta preparación.

El entrevistador debe tener claro la trayecto profesional del entrevistado, sus logros y las competencias. Esencial es saber trasmitir nuestro mensaje. Así que es esencial que hagamos ver a la persona que entrevista la motivación y ganas de realizar las funciones del puesto.

Preguntas que seguramente que nos van a incomodar

Existen algunas preguntas que seguro nos van a preguntar en una entrevista. Algunos no tienen ningún tipo de pretensión y otras pretenden ponernos a prueba. Las más comunes van a ser:

• ¿Qué significa para ti el trabajo?
• Destaca un logro profesional.
• Cuéntame lo último que hayas aprendido.
• ¿Qué puedes aportar a la empresa que no aporte otro candidato?
• ¿Por qué quieres trabajar en esta empresa?
• ¿Por qué tienes que ser el candidato seleccionado?
• ¿Por qué te interesa trabajar aquí?
• ¿Qué situaciones suelen sacarte de tus casillas?
• ¿Con qué tipo de compañeros te negarias a trabajar? ¿Cuáles te harían sombra?
• ¿Por qué ha finalizado tu relación laboral en la anterior empresa?
• ¿Cuáles son tus pretensiones económicas?
• ¿Cuál fue tu último fracaso y cómo lo superaste?
• ¿Por qué has decidido cambiar de trabajo?
• ¿Cuál es tu jefe ideal?

Por tanto, el mejor consejo antes de realizar una entrevista es prepararte tu mensaje y ser lo más natural posible siempre siendo amable con la persona que tenemos delante por muy incómodos que nos haga sentir.

Raúl Jaime es profesor en IEBS Business School en varios programas Máster, emprendedor de Empresa Formación y profesional del sector de finanzas. También investiga sobre la creatividad e innovación en la empresa.

@ruljaimemaestre