En Regreso al futuro, en la segunda parte donde Marty y Doc van al futuro, se nos mostraba un mundo con coches volando, electrodomésticos inteligentes, incluyendo puertas y ventanas con alta tecnología. El presente alcanzó ese futuro y los que crecimos soñando con ese futuro estamos algo decepcionados con él: no hay nada de eso. Pues bueno, hay noticias: casi alcanzamos ese futuro… aunque no se incluyan los coches voladores en este futuro.

Regreso al futuro

© michelangelus – Fotolia.com

Estamos acostumbrados a que la revolución de Internet siempre viene ocasionada por el lanzamiento de un nuevo dispositivo (iPhone, iPad, el Galaxy, etc.), pero poco a poco dejará de ser así y habrá una revolución que impactará directamente en nuestra vida diaria, ya que ya hay casas inteligentes… La casa detectará nuestro estrés y nos pondrá música y luz de acuerdo al estado de ánimo, ajustará el clima a la temperatura. La nevera recomendará menús de acuerdo a lo que tenemos en ella, etc.

Hasta ahora Internet ha conectado personas, pero dentro de algunos años, conectará cosas: llaves, luces de la casa, los frenos del coche, medicinas, mascotas, etc. Se calcula que dicha revolución sucederá a más tardar en el año 2030.

Los ahorros -dicen los involucrados- serán incalculables. La habilidad de localizar cualquier cosa a cualquier hora reducirá robos, inventarios, accidentes, ahorrará energía y eliminará desperdicio, señala The Economist. El gigante Cisco Systems estima que para el año 2020 el planeta tendrá 50 mil millones de dispositivos conectados inalámbricamente, ¡más de cuatro veces la población global! Una familia típica conectará 50 dispositivos para el año 2022, de acuerdo al sitio GigaOM.

Según The Economist, tres factores facilitarán la revolución:

  1. El lanzamiento del nuevo protocolo IPV6. Luego que las direcciones IP del protocolo anterior se hayan acabado en 2011, se lanzó el nuevo protocolo con un límite de 340 seguido de 36 ceros, lo que da lugar a muchos dispositivos conectados con su propia IP.
  2. El lanzamiento de 4G ha aumentado mucho la velocidad de conexión y de transferencia de la información por la red.
  3. La reducción de los costes de almacenamiento gracias a los muchos servicios «en la nube», como DropBox o BitCasa.

Pero hay tres requisitos para que ese futuro nos alcance: los sensores, las conexiones y el lenguaje de comunicación, sobre éste último, el New York Times explica que ya existe ese lenguaje para que los objetos se hablen. En abril de 2013, el consorcio Oasis, que incluye a IBM y Cisco presentaron el protocolo de Colas de Mensajes Telemétricos de Transporte (MQTT, en inglés), que es «más que un lenguaje, es un mensajero y alimentador para intercambiar datos. Su potencial es equivalente al HTTP, el protocolo que cimentó la comunicación de la Red», dice NTY.

La revolución comenzará dentro de los próximos seis años, contando el 2014, y será en cuatro fases:

  1. Cosas pasivas, que se identifican y conectan remotamente pero que son tontas, como libros, muebles o refacciones (repuestos).
  2. Cosas activas que intercambian datos sensoriales, controlan información y tienen alguna interacción, como carreteras, puentes.
  3. Cosas conscientes, que procesan datos y toman acciones en respuesta a eventos, como puertas, trenes sin conductor o electrodomésticos.
  4. Cosas autónomas, que toman decisiones con reglas establecidas, como coches sin piloto…, que ya está probando Google en Estados Unidos.

Pero el futuro no está tan lejos, ya hay empresas que están haciendo cosas asombrosas:

  • Proteus, con una inversión de 63 millones de dólares, tiene una píldora con un sensor que no requiere baterías. Genera electricidad del ácido estomacal del paciente. Sus sensores envían información al móvil del enfermo y de su doctor para monitorear su respuestas a tratamientos. Está en fase beta.
  • Motorola lanzó hace meses prototipos de tatuajes electrónicos que se adhieren a la piel como pegatinas (calcomanías) y funciona como un sensor de identificación (el DNIe del futuro) pegado a la piel.
  • General Electric está colocando sensores a muchos de sus productos: turbinas, camas de hospital, aparatos médicos,etc. Desarrolla los protocolos de comunicación de todos sus productos para controlarlos desde la tablet, móvil y ordenador, y estima ahorros en 2020 de 150 mil millones de dólares.
  • No se sabe qué planea Google, pero hace pocas semanas, compró Nest Lab, una empresa de Silicon Valley que fabrica… termostatos y detectores de humo inteligentes, en 3.200 millones de dólares.

¿Estás listo para el cambio? Como dijo Jack Welch, ex Presidente de General Electric: «Internet es la viagra de las empresas». ¿Necesitas tú, como autónomo o emprendedor, una dosis de viagra?

 

Edmundo PérezEdmundo Pérez es licenciado en Administración, mexicano y radicado en Cáceres, instructor de diseño web en Flash cuando todos lo usaban, fascinado por la difusión de la ciencia y la cultura y aprendiz de Inbound Marketing, comparto lo que he aprendido de ello en Branketing.

 

 

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