Cuando la Magnavox Odyssey salió al mercado en 1972, nadie preveía que la industria de los videojuegos iba a explotar de la manera que lo hizo. Hoy en día, es más difícil encontrar una casa que no tenga al menos una consola de entretenimiento o en la que no se haya utilizado una computadora para jugar. En el último año, los juegos online tomaron por sorpresa a la industria con una estrategia simple pero efectiva: no hace falta pagar para utilizarlo, pero sí para customizar al personaje que se va a usar.

Online Gaming y los negocios

El caso emblema de esta tendencia es Fortnite Battle Royale, un juego desarrollado por la empresa Epic Games. La modalidad es que 100 jugadores deben pelear en una battle royale, donde el jugador que quede en pie resulta en el ganador. Puede ser usado en consolas como PlayStation 4 y Xbox One, en ordenadores con mínimos requerimientos de hardware o en teléfonos móviles. El juego se actualiza después de varias semanas y, si bien no es el primer juego free-to-play en el mercado, es el más reconocido y utilizado gracias a haberse convertido en un estandarte de la cultura popular contemporánea. En marzo de 2019 se contabilizaron más de 250 millones de usuarios registrados, un aumento del 20% con respecto al año anterior. El pico registrado de jugadores conectados al mismo tiempo fue de 10.8 millones a principio de este año, cuando el DJ Marshmello realizó un concierto virtual.

La modalidad de descarga gratuita puede parecer descabellada, pero Epic concentra sus ganancias en la venta de “V-Bucks”, una moneda que puede ser utilizada para comprar implementos que modifiquen la apariencia del personaje con el que se juega. Tan sólo en 2018 las ganancias registradas fueron de USD $2.4 mil millones, convirtiéndolo en el más rentable de la historia de la industria. Tengamos en cuenta que estos números son gracias a una penetración a nivel mundial que excluye a China, país en el cual las restricciones no permiten utilizarlo con la misma facilidad que en otros mercados.

¿Qué se puede aprender de este caso? Fortnite modernizó el modelo Gillette de vender las máquinas de afeitar al costo y recuperar la ganancia con las hojas. Lo más importante de todo es que el juego no se ve como un producto gratuito, su look and feel no tiene nada que envidiar a otras opciones similares que se compran. Sin embargo, se encontró un nicho, se explotó y se convirtió en sinónimo del género en poco tiempo.

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