Uff si la frase “ojos que no ven corazón que no siente” fuese al 100% cierta esto sería estupendo :-), “pero mi empresa sí”, por más que queramos no enterarnos y no sentir nada es imposible. Mejor me explico ¿no?.

Ojos que no ven corazón que no siente; pero mi empresa sí

© Piotr Marcinski – Fotolia.com

La empresa está formada por personas, y las personas somos sentimientos, cada uno de quienes formamos parte de ella tenemos nuestras historias, algunas buenas, otras no tanto y algunas mejor ni contarlas, querer aislar a quienes ejercemos puestos de mando en las empresas de los sentimientos de nuestra organización es simple y llanamente una locura.
No se trata de que conozcamos todos los pormenores de quienes nos rodean, de si a uno le duele una muela, o le duele un pie, es mucho más profundo, como responsables debemos saber en que lado están los sentimientos de nuestros colaboradores, saber si están o no sufriendo por algún motivo.
Una vez más podemos encontrar ejemplos en el deporte, sin ir más lejos y sin entrar en detalles porque no interesan, hemos visto como deportistas de elite que hacen parte de un equipo al no sentirse bien animicamente su rendimiento ha sido malo para el equipo, y una vez encontrado y analizado el problema su rendimiento ha vuelto a sus niveles máximos y en consecuencia la organización entera se ha benefiaciado. No hace falta que pongamos nombres y apellidos porque son muchos ejemplos que podría poner.
Lo que quiero decir, es que una organización lo es en su conjunto, si alguien del equipo no es capaz de rendir al 100% antes de empezar el proceso de “me lo cargo”, “a la calle”, etc etc, debemos empezar por intentar conocer que pasa, cuando nuestros sentimientos internos no están en equilibrio todos fallamos, incluidos tú y yo :-).
Las organizaciones son fuertes cuando comparten, cuando existe un equilibrio donde cada uno de los que la formamos nos sentimos apreciados y no despreciados, cuando una parte de ella se desquebraja acaba afectando al conjunto entero, y es ahí cuando no vale el “ojos que no ven corazón que no siente”, en la empresa NO.
Si tenemos en cuenta que quienes tenemos la suerte de trabajar, pasamos una gran parte de nuestro tiempo en la empresa ¿cómo narices podemos no sentir nada por la organización?.
Me niego a aceptar a todas esas personas que reniegan de su organización, que solo son capaces de encontrar fallos y no virtudes, que están todo el dia cabreados con todo y con todos, que no les interesa para nada el bienestar de los que están a su lado.
Es responsabilidad de quienes dirigimos organizaciones, sean grandes, medianas o pequeñas hacer que quienes colaboran con nosotros no entiendan el trabajo como un sufrimiento, no estoy pidiendo que nos convirtamos en “hermanitas de la caridad”, simplemente que humanicemos más nuestra empresa, que entendamos que los sentimientos nos guían, y si estos están en baja forma van a afectar en el rendimiento, y la empresa no puede permitirlo o mejor dicho no debería permitirlo.

David Fabrés

David Fabrés, es CEO en Locos by Friday, y colaborador en HoyOnline.tv. Escribe para emprendedores en los blogs: Recetas para Emprendedores donde está publicando 365 recetas para emprendedores, donde cada día publica una y en Networkersmoney.com. Puedes seguirlo en Facebook en RecetasParaEmprendedores.

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