Hacer las cosas de un modo diferente es la única forma que conozco para obtener un resultado completamente distinto. Es tan sencillo que justo en ello radica la trampa de la innovación. Innovar no es para cualquiera, porque no cualquiera está dispuesto a arriesgar. En la teoría no pasa nada, pueden surgir miles de ideas, pero cuando es momento de pasar a la práctica es cuando quedan al descubierto los verdaderos innovadores.

Innovar es sinónimo de arriesgar

© Chlorophylle – Fotolia.com

Arriesgar es difícil. Con todo este boom de los emprendedores se puede llegar a perder el contexto de lo que verdaderamente significa arriesgar. Y es que en cada caso lo que se arriesga varía. Dice una expresión popular que, no es lo mismo tener cien monedas y arriesgar una, que tener una y arriesgar una. Es decir, lo que para unos puede no significar nada, para otros puede representar todo.

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Arriesga conscientemente

Justo el día de hoy salí a comer con una compañera del trabajo, quien me compartió una idea de negocio. Si no la conociera bien inmediatamente hubiera apoyado su proyecto. Le hubiese dicho que se lanzara de una vez con todo. Sin embargo, fui bastante precavido con mis palabras porque conozco bien su situación, y porque sé que arriesgarlo todo no es para cualquiera.

Lo que me preocupó fue que mi compañera tenía muchas dudas, y lo que estaba buscando, principalmente, era una voz que le dijera que debía hacerlo, que debía arriesgar. Pero no creo que así deban ser las cosas. Si uno no está completamente convencido de lo que va a hacer, entonces no debería hacerlo. De hecho su mayor pregunta en todo momento fue: ¿y si fracaso?

El fracaso es una opción

Es justamente la pregunta anterior la que detiene muchos proyectos, la que mata muchas ideas. Ese cuestionamiento tan simple es muy válido, y todos los que quieran innovar deben considerarlo. Pero hay que poner atención a como se hace la pregunta, pues el significado que se le de definirá si se alcanzará el éxito, o si se fracasará.

Innovar es, ante todo, arriesgar, y todo aquel que quiera arriesgar debe ser consciente de que el fracaso es una opción. Si no se quiera fracasar mejor no comenzar nada. Fracasar es considerado por muchos como el final, por ello se le tiene tanto temor al fracaso. Más el fracaso es solo un paso. Visto de una manera simple, cuando uno fracasa aprende de su error y mejora en el siguiente intento.

 

Olmo Axayacatl

Olmo Axayacatl es ingeniero mecánico agrícola de profesión, con una maestría en ciencias en horticultura, sin planes para el doctorado pero le gustaría irse algunos años a un país de habla inglesa, mientras tanto es profesor y bloguero.

 

 

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