Los hábitos son muy buenos, o al menos eso es lo que dicen. Lo cierto es que hacer hábitos no resulta nada sencillo, aunque en teoría es lo más fácil del mundo. Se dice también que los hábitos tiene un número: 21. Si tú repites este número de veces algo, entonces lo convertirás en un hábito. ¿Te gustan los hábitos?
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Para bien o para mal todos disponemos de ciertos hábitos, inculcados desde que éramos pequeños, como el lavarse los dientes después de una comida, el dormir a cierta hora, etc. Si razonas sobre ellos te darás cuenta de que muchas veces los realizas de forma automática. ¿No te gustaría que fuese así para muchas otras cosas? ¿Que las pudieras realizar en automático?
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Hábitos 2.0
Mucho se habla del mundo 2.0, donde las cosas funcionan un poco distintas a como venían haciéndolo. En la realidad 2.0 basta con tener ganas de hacer las cosas para que estas sucedan, pues los recursos están disponibles en la red, muchos de forma gratuita. Si comparas esta situación con hace algunas décadas, el avance ha sido asombroso.
Sin embargo, es curioso que aunque los recursos están al alcance de nuestras manos, son realmente pocos los que los aprovechan. ¿Qué es lo que sucede? La respuesta tiene que ver con hábitos 2.0: muy pocos son los que los desarrollan, y si no se tienen hábitos pocas son las buenas cosas que suceden.
Programa, programa
Seguro habrás escuchado que saber programar es la nueva habilidad básica de este siglo, que en unos años, quien no sepa hacerlo, será como un analfabeto digital. Si, y a pesar de ello son muy pocos los que saben programar, o que cuando menos están haciendo el intento para lograrlo.
La cuestión radica en que no se ha creado el hábito para ello, porque páginas con cursos para aprender a programar hay muchísimas. Entonces queda claro que la limitante no son los recursos. ¿Y cuál es la forma más sencilla para aprender a programar? Muchos se preguntan esto, pero la respuesta es tan obvia y fácil que muy pocos pueden seguirla: practicar, practicar y practicar; es decir, debe ser todo un hábito.
Olmo Axayacatl es ingeniero mecánico agrícola de profesión, con una maestría en ciencias en horticultura, sin planes para el doctorado pero le gustaría irse algunos años a un país de habla inglesa, mientras tanto es profesor y bloguero.