El fracasado nunca termina…
El vencedor nunca desiste…
© Sergey Nivens – Fotolia.com
Abría el otro día mi sesión de LinkedIn y me encontraba con este mensaje compartido por uno de mis contactos…, yo acababa de volver de un viaje de esos de los que os hablaba hace un par de semanas, uno de esos de “me tengo que ir” y es que me tenía que ir, imperativa, taxativa y absolutamente, necesitaba ver el mar, oír otro idioma que no fuese el mío, caminar y conducir sin rumbo, ver sitios nuevos, caras nuevas, paisajes nuevos, probar comidas que no hubiese comido antes y vagar por ahí, a ver qué descubría, como Pérez Reverte pero un poquito menos mochilera y más occidentalizada, mi nivel de intrepidez, desafortunadamente para mi, no me da para navegar el Río Congo.
Ya de vuelta, estas tres frases llamaron mucho mi atención y recordé un vídeo viral que vi hace poco en Vime y las palabras de una persona a la que aprecio: eso es la ilusión de la vida y eso no debería perderse nunca.
A los dos días de llegar un nuevo coachee llamaba a mi puerta y me decía: ayúdame, no puedo vivir como estoy viviendo, tengo miedo siempre, a todo, a la incertidumbre, a los cambios, al futuro y me he ido transformando en alguien gris, alguien tremendamente gris y me estoy perdiendo la vida…, porque me está dando miedo vivir.
Esta persona tiene 37 años y es una de esas personas que yo os comentaba en el mismo artículo de “me tengo que ir”, que lo ha tenido todo fácil y lo sigue teniendo, hasta el punto de que ha perdido las herramientas para asimilar el fracaso y por supuesto de provocar un cambio volitivamente ni hablamos.
Este artículo no va de empresas, este artículo no va de gestión de equipos, este artículo no va de marketing…, este artículo va de vivir…, si lo quieren ustedes ver así. De lo importante que es el crecimiento personal y de cómo las mayores batallas las peleamos con nosotros mismos…, cómo nosotros mismos somos nuestros peores enemigos.
El miedo es un mecanismo de reacción natural, necesario y de defensa, genera adrenalina y nos pone alerta, pero el miedo en exceso se transforma en pánico y nos impide reaccionar y es cuando la serpiente se puede comer pausadamente al elefante y luego Saint Exupery la transforma en introducción y argumentario de uno de los mejores libros jamás escritos…
La vida es un continuo elegir entre aceptar el riesgo y sus consecuencias o quedarse quieto y dejar que el tiempo vaya pasando sin más…, el ser humano en general genera basura…, no podemos evitarlo…, hacemos cosas mal igual que hacemos cosas bien, tomamos decisiones acertadas y equivocadas y ambas dos tienen consecuencias…, es intrínseco a nuestra naturaleza.
El asunto es…, ¿qué riesgo estás dispuesto a asumir? Y cuando seas mayor y mires hacia atrás ¿qué quieres ver?, ¿qué quieres sentir?, ¿qué te pide tu alma o tu yo más interno?…, todos somos a veces cobardes, a veces fracasados y a veces vencedores.
Me fui porque me tenía que ir…, necesitaba ver el mar…, ahora he vuelto…, y te hago estas preguntas:
– ¿qué quieres ser tú?, ¿qué quieres ver al mirar hacia atrás?
María A. Gil es Ingeniero Técnico Naval, ha ejercitado su carrera profesional, en diferentes empresas del sector naval, con diferentes posiciones, lo que le ha permitido, progresivamente, alcanzar una experiencia y conocimiento del entorno nada desdeñable. En los últimos 5 años, ha centrado sus pasos y los de su equipo, en el desarrollo del mercado marino en el Sur de África y Rusia, trabajando como BMQC Manager para el grupo Barloworld.
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